| viernes, 13 de mayo de 2011 h |

Santiago de Quiroga

Pocos partidos prometen recursos adicionales para financiar la sanidad, y sin recursos adicionales, el problema sigue ahí y hay que recortar a toda costa. Todos quieren un uso racional del medicamento, pero esta frase esconde recortes en favor de lo más barato, sin pensar en términos de eficiencia. Los políticos piensan que el gasto en medicamentos es un serio problema que es ineludible abordar. Así lo manifestó el PSOE de Navarra, y eso que EG lo dijo claro la semana pasada: el medicamento ha crecido en ocho años algo más que la inflación, y es el resto del gasto sanitario lo que ha provocado los incrementos que tanto preocupan.

Mientras los expertos en economía se posicionan claramente a favor de un copago sanitario, los políticos sin excepción lo rechazan de plano. Los programas electorales hablan desde el “aumento no controlado del gasto en medicamentos” (IU), introducir la equivalencia terapéutica en lugar de la química (UPyD), resolver la deuda en la c. valenciana y más recursos en Castilla y León (PP) o la lucha contra las “privatizaciones de la Sanidad” del candidato socialista Tomás Gómez a la presidencia de la Comunidad de Madrid.

Cabe preguntarse, a la luz de la percepción de los beneficios económicos de las farmacias y de la industria, ¿qué hemos hecho mal para que el anuncio de recortes en los medicamentos sea bien percibido por la sociedad? Algo está fallando.