Santiago de Quiroga
Joan Calabuig, portavoz del Grupo Socialista en la Comisión de Ciencia y Tecnología del Congreso de los Diputados, ha ofrecido una visión optimista de la revisión de la Directiva 86/609/EEC. Dicha directiva está en proceso de revisión, y su impacto en la investigación en Europa puede ser dramático. Los primeros borradores apuntaban a que se complicaría enormemente la investigación con animales. Algunos hablaban de la imposibilidad de mantener animalarios como el conocido del CNIO, que tiene varios acuerdos suscritos para ser utilizado en colaboración con la industria.
Calabuig habla desde su experiencia de eurodiputado. Pero hace falta cerrar filas y que los representantes españoles se sumen o lideren la necesidad de proteger antes la investigación que un daño necesario en un animal de investigación. Bajo la llamada estrategia de las “3R” se pretende redefinir la investigación con animales, eliminar el ensañamiento o los sacrificios innecesarios. Pero no podemos estimular una deslocalización con directivas inasumibles: 14 centros de investigación se cerraron en Europa en 2008, y se abrieron 16 en Asia. Los eurodiputados españoles tendrán que votar en breve una nueva directiva que tendrá un gran impacto en el futuro de la investigación en Europa.
Joan Calabuig nos hace ser optimistas, pero es necesario asegurarse de que nuestros representantes en el Parlamento Europeo hacen los deberes.