Santiago de Quiroga
La Federación Internacional Farmacéutica (FIP) presentó la semana pasada las conclusiones de su congreso anual. En ellas, la FIP reclama un papel más significativo de la Farmacia —mayor aún— en el fomento de estrategias de salud en dos vertientes: mejorar la comunicación entre farmacéuticos y los médicos, e involucrarles más en la atención del paciente y su seguimiento: la Atención Farmacéutica. Al tratarse de una recomendación internacional, España y quien representa a los farmacéuticos españoles, el Consejo General, puede afirmar que se está, al menos aquí, en el buen camino. La Farmacia es una parte integral de la Asistencia Sanitaria en nuestro país, teniendo en varias comunidades autónomas un papel muy activo en aquello que las autoridades sanitarias requieren en beneficio de la sociedad. Aquí, ha sido muy oportuna Carmen Peña al reclamar una mayor implicación porque “lo solicitan los ciudadanos”. Quieren más Farmacia y los servicios que ofrecen.
La FIP también presentó la creación de una Guía de Medicamento Falsificados: información y datos que ayuden a detectarlos. Son un problema en las farmacias europeas y la distribución farmacéutica lo garantiza. Pero hace falta también más Farmacia en un asunto de salud pública: si la sociedad adquiere medicamentos por Internet, las instituciones farmacéuticas deben actuar.