| viernes, 24 de junio de 2011 h |

Santiago de Quiroga

España ha sido durante décadas el país más paternalista y rancio en relación a los medicamentos de autocuidado. Ni siquiera nos podemos comparar en esto a Grecia y Portugal, referencia para nuestros precios de medicamentos. Desgraciadamente para la inversión en Sanidad versus el PIB, estamos más cerca de Polonia, Hungría y Eslovaquia. En otras palabras, nos parecemos en inversión sanitaria a Hungría y Polonia, y nos adelantan Grecia y Portugal en autocuidado. Y nadie duda de que España tiene un sistema sanitario mejor que la media en Europa, al nivel de Reino Unido y Francia, e incluso mejor en muchos capítulos que estos países. ¿La fórmula? Haber gastado más en Sanidad sin presupuestarlo.

Pues ahora tenemos una oportunidad que nos haría abandonar ese “no estáis preparados” que en referencia al autocuidado nos han inculcado durante décadas nuestros paternalistas políticos y funcionarios. Los medicamentos de autocuidado son una solución triple: menos consultas en Atención Primaria, menor número de prescripciones y hasta menos bajas laborales. Triple ahorro por valor de 1.200 millones de euros al año. Y lo dice el CRES, el prestigioso centro asesor del Ministerio de Sanidad en economía de la salud. Pues si son asesores, teniéndoles en cuenta e impulsando dicho autocuidado estaríamos ahorrando dinero y mejorando en el tiempo dedicado al paciente. Demasiado obvio.