| domingo, 22 de febrero de 2009 h |

Santiago de Quiroga

En un análisis realizado por EG hace semanas pudimos comprobar, no sin cierta alarma, que los presupuestos destinados por las diversas CC.AA. en materia de medicamentos con cargo al sistema público eran, cuanto menos, insuficientes. Para ello se comparaba el escenario de crecimiento, teniendo en cuenta que el mismo, sea cual fuere, sería de una clara contención. Tras enero vemos que el escenario “realista” dibujado es el que se confirma; apenas se situará el crecimiento por encima de un IPC ya mermado por la caída de precios, en un contexto de caída de demanda y precios del petróleo. En enero pues, el crecimiento de la factura pública de medicamentos ha sido de algo más del 2 por ciento respecto al mismo mes del año pasado.

Es cierto que, incluso en estas circunstancias, algunas CC.AA. no han presupuestado una partida de 12 meses completa. Pero no es menos cierto que las partidas son susceptibles de ser ampliadas. ¿Lo harán en caso de ser necesario? o ¿se resistirán tratando de profundizar en medidas de contención? Y es que la ampliación de una partida no deja de ser un recurso final cuando han fallado otras medidas.

Cada vez es más necesario centrarse en demostrar la evidencia científica de un medicamento y, cuando sea poco consistente, ser consciente que el entorno va a ser inflexible.