| domingo, 24 de mayo de 2009 h |

Santiago de Quiroga

Es muy ilustrativo cómo explica John Chave en su columna de esta semana en EL GLOBAL, de forma vívida y breve: en apenas unos segundos, unas pocas palabras en francés y el caso es sobreseído. Así se acabaron meses de incertidumbre.

Podemos afirmar que en un futuro inmediato, la corriente desreguladora que había anidado en Bruselas ha sufrido un importante revés. Ahora ya no se tiene el foco en Bruselas, sino en los países miembros, que son los que deben decidir el modelo que quieren.

Con ello no se garantiza nada más que serán sólo dichos países los que decidan sobre el modelo farmacéutico. Las políticas y estrategias anunciadas por el Gobierno español, así como por los Gobiernos autonómicos, han sido claras, apostando por la planificación. Por ello, no será un problema en España, al menos en esta legislatura, la posible revisión del mismo. Es significativo que ninguna consejería autonómica haya querido desmarcarse, lo que ha dado una imagen de unidad y confianza en nuestro sistema, ahora respaldado por esta sentencia.

El caso español deberá ser ahora sobreseído; la Comisión Europea no hará preguntas sobre nuestra planificación, sobre los habitantes por farmacia o la distancia. Eso forma parte, como la sanidad en su conjunto, de las materias excepcionales de cada Estado miembro.