| viernes, 04 de marzo de 2011 h |

Santiago de Quiroga

No se trata de alta tecnología ni de medios electrónicos que se apoyan en las nuevas tecnologías. El ‘cambio tecnológico’ que deberá afrontar la farmacia es dotarse de unas buenas tijeras para recortar con precisión y cautela los blíster contenidos en los envases clínicos (ahora no tan clínicos), que en breve aterrizarán con ibuprofeno DCI y paracetamol DCI. Si tiene la suerte de que las unidades (comprimidos, cápsulas…) estén en su sobre, podrá ahorrar el desgaste de tijeras. Pero cuando se extiendan las unidosis, las tijeras homologadas serán la herramienta de dispensación.

No sé si es mucho consuelo saber que la norma que regulará las unidosis o monodosis (veremos el término que finalmente se utiliza) está en trámite de audiencia. Lo digo porque también se realizó un piloto en varias oficinas de farmacia y las conclusiones que el sector obtuvo no parece que a nadie le interesen. Es como encargar un informe a un experto para que me dé la razón: si no me la da, pues sigo con mi idea y el informe al cajón.

Todos los agentes van a poder opinar. Ya nos podemos imaginar que no tendrá apoyos. Los inconvenientes de las monodosis para los agentes siguen siendo muchos, y las ventajas sólo las verá el fabricante que se ha querido especializar en el tema (como vemos, un problema siempre genera una oportunidad para alguien). Si la norma se encuentra con un amplio rechazo… ¿se seguirá adelante?