| domingo, 22 de marzo de 2009 h |

Santiago de Quiroga

Los grupos que defienden los intereses del llamado “tercer sector” en Bruselas se están movilizando en el contexto actual. Una de las ONG’s más activas, la EPHA (European Public Health Alliance) ha remitido la semana pasada una carta a la Comisión Europea (CE) a propósito del impacto de la crisis actual en la salud de los ciudadanos y, por tanto, en los Estados miembro. Una población sana es clave para la recuperación del país y su crecimiento. Las personas sanas son más capaces de crear, buscar y mantener su trabajo. Pero la salud se complementa con el propio sector. En Europa, la sanidad alcanza el 10 por ciento del PIB de media, según datos de la propia EPHA. La sanidad y los sectores afines son uno de los mayores empleador es de Europa.

El propio José Manuel Durao Barroso ha realizado un llamamiento a los Estados miembro a propósito de las consecuencias sociales de la crisis económica. Depresión, ansiedad y sus consecuencias son un problema para los que lo padecen y su entorno familiar. Las consecuencias sociosanitarias de la crisis pueden ser un importante freno a la necesaria recuperación. La preocupación de Barroso se basa en los recortes que podrían producirse en ciertos Estados en relación a la sanidad. Como sabemos, la sanidad es una competencia exclusiva de los Estados miembro, que ahora exige una respuesta común.