| viernes, 03 de septiembre de 2010 h |

Santiago de Quiroga

Le ha tocado el turno esta vez a las Cámaras de Cuentas, encargadas de supervisar las finanzas de algunas autonomías, y ha tenido que alertar sobre el excesivo endeudamiento de los hospitales andaluces debido, especialmente, a la infrafinanciación. Es necesario dotar de más recursos económicos, ya que es una corriente peligrosa y en aumento dejar las facturas en un cajón y pagar cuando buenamente se pueda. Como la garantía es incuestionable (hasta ahora, claro), el Estado ha abusado de los retrasos en los pagos. Andalucía no puede esperar a que venga José Luis Rodríguez Zapatero con un talón debajo del brazo, método que sirvió en el pasado para saldar todas las facturas pendientes. Hecho esto, todo sigue igual. Lo más preocupante es que de las recomendaciones realizadas para mejorar la gestión por la Cámara de Cuentas tan sólo se han implementado un 19 por ciento. Y es que dotar con casi 380 millones de euros de presupuesto en 2008 a los hospitales andaluces, cuando el gestionado de forma real han sido 536 millones, es algo más que “desviarse”. Se trata de un 40 por ciento de diferencia. Las razones son también obvias: ha habido una mayor actividad asistencial y algunos tratamientos innovadores. Ignorar que la dotación presupuestaria es escasa sólo lleva a acumular deudas y dar la sensación de un gasto desmedido. Craso error.