| viernes, 06 de noviembre de 2009 h |

Santiago de Quiroga

Resulta un cambio significativo respecto a lo que ha ocurrido en el pasado reciente. Las cosas también están cambiando para los europarlamentarios, y algo tendrá que ver el hecho de que casi un 40 por ciento de éstos sean nuevos en sus cargos recién estrenados. En una sesión intensa celebrada hace días, los europarlamentarios debatieron ampliamente sobre la directiva de información sobre medicamentos. ¿La razón? Existe una oposición frontal histórica de algunos gobiernos en contra de permitir la publicidad de medicamentos de prescripción a la población general. Eso sí, no con el ‘modelo americano’ sino con otro menos comercial y basado en la prevención y en poder hablar de algunas cuestiones que puedan mejorar o aclarar al paciente su uso. A un lado, algunas ONG que operan en Bruselas en el ámbito de la salud y organizaciones de consumidores, y que en línea con algunas instituciones, como la Comisión Europea, ven con recelo que la industria haga este tipo de acciones. Por otro lado, la industria que quiere poder hablar de las patologías y medicamentos. Pero en esta balanza de equilibrio inestable se han unido varios eurodiputados que proponen que las organizaciones de pacientes digan si quieren que prospere esta iniciativa de “información al paciente”. Incluso han realizado llamamientos contra los ministros que se opongan, haciendo frente común con los pacientes. Nos espera un invierno caliente.