| viernes, 08 de julio de 2011 h |

Santiago de Quiroga

Nos hemos sobresaltado esta semana con la calificación de la deuda portuguesa al nivel de los ‘bonos basura’, y eso ha sorprendido a la comunidad financiera española e inquietado a todos: los bancos españoles son acreedores lusos.

No voy a alarmar más, pero ya es hora de que se cuente la insoportable situación de impagos que atenaza al sector de medicamentos y productos sanitarios de España. En términos de días de pago, para las compañías que operan en España estamos alejados de Ecuador o Perú… ¡alejados porque ellos pagan en un tiempo razonable!

España es un problema para la UE en materia de paro, porque somos los responsables de la mitad de los parados europeos. España es el infierno de la generación perdida, con un 45 por ciento de paro en menores de 25 años. Como también es un problema para las multinacionales, que acumulan más de la mitad de la deuda sin pagar de Europa. Todos pagan… menos España y Portugal.

Cuando empiezan las circulares de las gerencias sanitarias a decir que se sustituyan las prescripciones del medicamento A por el medicamento más barato B, haciendo caso omiso del efecto terapéutico buscado, estamos actuando con lo sanitario como si fuéramos un ‘bono basura’. ¿España no es Portugal? Pues pagamos igual de mal a los proveedores sanitarios. Financiar la sanidad es tema electoral y de confianza-país. No se puede demorar más.