| viernes, 16 de septiembre de 2011 h |

Santiago de Quiroga

La Sanidad gratuita y universal que disfrutamos los españoles no puede seguir siendo líder europeo por la cola en dos cosas: copago y precio. Presumir de que España sea el país que menos contribución tiene por parte del paciente al gasto sanitario (salvo que queramos que el sistema sanitario no se sostenga, claro) es una barbaridad. España está alejada del resto de países de la UE-15, un contrasentido en los tiempos actuales. La factura sombra, que ahora ha puesto de moda Esperanza Aguirre en Madrid, pretende luchar con algo que se sabe bien en la Sanidad: lo gratuito tiene la percepción de que no cuesta.

La burocracia no debe tomar decisiones sobre quién debe ser atendido y quién no. Ni la economía, claro. Pero debemos dejar de pensar que no hay una corresponsabilidad de todos, una solidaridad entendida como que las cosas no pueden seguir así, y que no se trata ya de hacer demagogia con las tan manidas frases de que unos quieren privatizar la Sanidad (tan ridículo como falso) y otros quieren que la Sanidad sea tan gratuita como siempre, aunque no haya dinero para pagarla. La izquierda catalana ha impulsado la privatización de la gestión sanitaria hasta cotas muy altas, y está muy bien hecho. Basta de demagogia. Es hora de actuar a favor de la Sanidad con valentía.