| domingo, 25 de enero de 2009 h |

Santiago

de Quiroga

El ministerio va a reaccionar a un problema sobrevenido por la ausencia de un periodo de convivencia de dos meses fundamental para evitar justo lo que está pasando.

Sencillamente, se puede producir la situación de que el farmacéutico compre un medicamento a un precio, los dispense a otro y no sepa el precio al que su autonomía le vaya a reembolsar la receta. La situación sería así de extraña: una receta que estuviera realizada como PPA (“Amoxicilina 500 mg DCI”) estaría sometida a precios menores, mientras que una receta que indicara “Amoxicilina 500 mg EFG” lo estaría a los precios de referencia. En estas circunstancias, la misma dispensación podría estar con precios diferentes en diferentes CC.AA. La incertidumbre que esto provoca está incrementada por la discrepancia existente entre los listados de precios menores y los de referencia. El Consejo General, liderado por Pedro Capilla, tiene el reto de hacer comprender al ministerio la necesidad de ese periodo de convivencia. No se debe dejar de destacar que el ahorro producido por la ausencia del periodo de convivencia es muy escaso. ¿Realmente compensa precipitarlo todo? Si se trata de escuchar, el testimonio de los responsables de farmacia autonómicos y los presidentes colegiales han proporcionado en EL GLOBAL información de lo que ocurre.

Ojalá la solución siempre fuera tan clara.