Fue bonito mientras duró. Desde esta misma columna explicaba la semana pasada que me parecía estupendo un poco de flexibilidad en la aplicación del copago hospitalario, incluso que las CC.AA. pudieran aplicarlo o no. El inconveniente de esto es que si el Ministerio apuesta por la equidad, choca con dejar a cada CC.AA. decidir si se impone su copago hospitalario. Ha tenido que ser Pilar Farjas quien aclare que el copago hospitalario será obligatorio. Las CC.AA. del PP que protestaron van entrando en razón y no les queda más remedio que reconocer que no se trata de recaudar sino de no establecer diferencias entre un paciente diabético que se paga sus medicinas en la calle frente a otro que no paga nada y le dispensan un medicamento para su consumo fuera del hospital.
Sólo Ceuta y Melilla han sido capaces de poner en marcha el copago hospitalario el 1 de octubre. Ceuta ha conseguido 24 euros de recaudación en su primer día. El resto de Comunidades deberán ponerlo en marcha, aunque no se sabe las consecuencias de no hacerlo, tras las llamadas a protestar en Bruselas de un eurodiputado socialista. Si le preguntamos a nuestros vecinos franceses sobre el copago hospitalario quizás podamos aprender de la medida. Pero en Francia dicho pago no es simbólico.
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