| viernes, 26 de noviembre de 2010 h |

Santiago de Quiroga

Los presupuestos de Salud Pública se han reducido en todos los departamentos, pero hay aspectos de la Salud Pública más relevantes que otros. Debemos tener la certeza de que nuestros gobernantes y gestores entienden que hay que saber recortar de todo lo que no es vital, y de cuáles son los riesgos de recortar en determinadas áreas. Todo lo relacionado con el VIH entra dentro de este capítulo. En España se calcula que hay entre 120.000 y 150.000 infectados con el virus del VIH, y los tratamientos farmacológicos han conseguido que sean escasos los que mueren de esta infección. El director general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, Ildefonso Hernández, ha sido miembro de la Comisión de Sida desde 1986 y ha participado en las recomendaciones sanitarias. En una entrevista en EG afirma que nunca ha visto en su larga trayectoria recortes ni desvíos de las recomendaciones farmacoterapéuticas para el tratamiento del sida. Como muy bien dice, se trata de un patrimonio a salvo del entorno de crisis actual.

Si debemos recortar en las políticas a medio plazo, cuyos resultados no son evidentes en el corto, que se haga de áreas en donde el impacto en la salud sea menor. Si la epidemiología permitiera dar a conocer algunos datos sobre la epidemia de VIH, nos alarmaríamos de comprobar el crecimiento en las infecciones de adolescentes, inmigrantes y grupos que no podíamos calificar “de riesgo” en el pasado.