| viernes, 28 de enero de 2011 h |

Santiago de Quiroga

Algunos dirán que son extraños compañeros de cama, pero lo cierto es que los colegios farmacéuticos están encontrando más comprensión en el ministerio que en algunas comunidades. Los cuatro colegios gallegos han tardado algo en reaccionar. Desde EG se insistió en que deben mover ficha si no están de acuerdo con el catálogo priorizado de medicamentos de la actual consejera, Pilar Farjas. Por su lado, los colegios andaluces reaccionaron con celeridad y plantearon sus recursos. Y es que, la consejería andaluza ya tiene a los farmacéuticos acostumbrados a aplicar el rodillo: si tan siquiera les informa para conocer sus pareceres y, sencillamente, echa para adelante su regulación. Y es que, cuando no hay negociación posible ni diálogo, sólo queda el recurso. Y queda la duda de si, finalmente, el ministerio recurrirá por su lado, en una actuación independiente de la de los colegios, pero no menos necesaria, si se quiere insistir en que la constitución española deja claro lo que es competencia autonómica y lo que es estatal.

Manuel Arenas, del Cacof, lo ha dejado claro en EG, y es que los farmacéuticos deben actuar contra lo que consideran contrario a la equidad, y afirman que es una “responsabilidad” de la Farmacia con la sociedad. Galicia y Andalucía han abierto un frente contra los farmacéuticos que va a tener un coste político, sin duda.