Santiago de Quiroga
Sin crédito no hay recuperación, aunque el FMI asegura que la puede haber pero a un ritmo más lento. El sector tiene un problema sobrevenido: que no se le paga, aunque de esto no se dice nada al hablar de un sistema sanitario ejemplar a nivel mundial, al que los números no le salen y que ataja por el camino que lleva al “paguen otros”, que es la versión financiera de la célebre frase “que inventen otros” de Miguel de Unamuno, exponente de la generación del 98.
La España del futuro dominará el turismo y la gastronomía, que tampoco está mal. La investigación ya no es una preocupación de nadie, la crisis se la tragó como una pitón se merienda un cervatillo, que eso es una I+D sin recursos económicos. Como ya no esperamos nada de la ministra Cristina Garmendia, nada nos preocupa ya del tren que ha pasado y que España no ha cogido. Pero el tren de los puestos de trabajo, ese sí que nos preocupa. ¿Se atreverá alguien con nuevos atajos por medio de quitar deudas? Esto sólo lo podemos arreglar entre todos, pero siempre pagan los mismos: las compañías y las farmacias. ¿Qué ocurre cuando no se paga lo que se debe? El sector sanitario requiere para su funcionamiento que se pague a los proveedores, porque del crédito ya ni hablamos. Si no hay dinero para todo, es hora de coger el toro por los cuernos y dejar de presumir que España es el país de Europa en que menos paga el contribuyente por la sanidad. Y así nos va.