| viernes, 03 de diciembre de 2010 h |

Santiago de Quiroga

La locura en la que estamos inmersos hace que pensemos en buscar un Planeta en el que puedan darse las condiciones necesarias para poder vivir. Un nuevo Planeta Tierra, virgen, rico en recursos naturales y que pueda proporcionarnos la ilusión de un nuevo comienzo. Así introducía Jordi Ramentol la parábola o relato simbólico de un viaje en el que, con la tecnología actual, tardaríamos 400.000 años en llegar. Demasiado lejos. Y es que, para Ramentol el país debe ser sostenible. Y no vale huir en sentido figurado. Es la primera vez que un líder del sector habla de la necesidad de hacer sostenible el país, para luego entrar en que el camino es la sostenibilidad del sistema sanitario. No necesita leer porque integra cifras y datos en un discurso natural, cuyo mensaje se hace claro: somos el puesto 42 en competitividad, y hemos caído nueve puestos desde el último informe. Somos líderes en paro juvenil de la OCDE, con un 41 por ciento, mientras que la media es de un 18,9 por ciento.

Ramentol recuerda lo evidente, que parece que pasa desapercibido para algunos: sin empresa no hay Estado de bienestar. Sin beneficio empresarial no hay progreso, porque no hay ni investigación ni innovación. Las empresas se adaptarán al entorno. Y si éste sigue siendo hostil lo pagará la confianza-país del sector farma, que se desmoronará, si no lo ha hecho ya. Y lo pagará España.