| domingo, 30 de noviembre de 2008 h |

Desde la vigencia del actual sistema de financiación autonómico, en el año 2002, las Islas Baleares han dejado de sumar 900 millones de euros. En base a esta financiación, el archipiélago ingresaría para el año 2009 la cantidad de 879,9 millones de euros. La situación, señalan desde la Consejería de Sanidad insular, se palió sólo en parte con la Conferencia de Presidentes, que ha permitido unos incrementos adicionales de financiación de 52,8 millones para el año 2008 y de 53,07 millones para el año 2009.

También el titular valenciano, Manuel Cervera, reiteró en la presentación de sus presupuestos la necesidad de actualizar el modelo de financiación para cubrir un montante de 1.150 millones de euros por la atención a desplazados nacionales y extranjeros así como por el millón de personas que se han incorporado al sistema en los últimos nueve años. Cervera anunció ya que el año que viene llevará al Ministerio de Economía y Hacienda todas las facturas generadas por atender a los desplazados.

carlos b. rodríguez

Madrid

Los presupuestos regionales vienen marcados por una mala coyuntura económica nacional, y la factura farmacéutica será, a todas luces, una de las que cargará con los platos rotos de las contabilidades autonómicas. Según un análisis realizado por EG, cinco comunidades autónomas han presupuestado para el año 2009 menos dinero del que se han gastado en medicamentos en los últimos 12 meses.

Algunos de estos incrementos, como el de Madrid o Murcia, están muy cercanos al cero, pero en otros casos la diferencia es considerable. Cataluña ha presupuestado para 2009 un 6 por ciento menos de lo que se gastó en medicamentos entre los meses de noviembre de 2007 y octubre de 2008, Castilla-La Mancha, un 11,12 por ciento, y la Comunidad Valenciana un 24,17 por ciento.

Se da la circunstancia de que algunas de estas comunidades incluyen en su proyecto presupuestario medidas específicas para contener el crecimiento del gasto. Es el caso (ver EG núm. 407) de Cataluña con el gasto hospitalario y la Comunidad Valenciana con el de atención primaria. Estas distorsiones tienen su contrapartida en aquellas regiones que han sobrepresupuestado el gasto real. Desde este punto de vista, el ejemplo más llamativos es el del País Vasco, que tiene previsto destinar a recetas un 18,26 por ciento más de lo que se gastó en los últimos 12 meses.

Se trata de decisiones que tienen su reflejo en el peso que el gasto en recetas tiene en cada presupuesto sanitario regional, y que oscila desde un mínimo del 13,99 por ciento en Castilla-La Mancha hasta un 23,31 por ciento en Galicia. La tónica general indica que esta partida copa, como media, la cuarta parte del presupuesto sanitario total de las comunidades, aunque la variabilidad es muy grande: desde un crecimiento negativo del 9,10 por ciento en Navarra, pasando por un incremento cero en Murcia, hasta llegar a un máximo de seis en Baleares.

Año de consolidación

La conclusión de las cuentas autonómicas para el año 2009 es obvia: toca apretarse el cinturón. Lo expresó claramente el consejero de Salud de La Rioja, José Ignacio Nieto, en la presentación de las cuentas de su departamento, el que menos crece para el próximo año, tan sólo un 0,26 por ciento. “Sería absurdo, por mi parte, negar la realidad actual y asegurar que éstos son unos presupuestos generosos”, dijo.

En total, ocho comunidades verán incrementados sus presupuestos sanitarios por debajo de la media nacional, situada para 2009 en torno al 4,30 por ciento (a falta de conocer los datos de Asturias), el crecimiento más bajo registrado desde que se transfirieron las competencias en sanidad. Es el momento por tanto, según las explicaciones de algunos responsables sanitarios, no tanto de ampliar prestaciones sino de consolidar las existentes. Sobre esa media, la región que más aumenta su presupuesto para el año 2009, con un 11 por ciento, es Castilla-La Mancha, que aglutina en un departamento Sanidad y Bienestar Social.

Así las cosas, la Comunidad Valenciana sigue siendo la región donde el peso de la sanidad con respecto a su presupuesto total es más elevado, un 39,6 por ciento. Frente a ella se sitúa Navarra. En la comunidad foral, el dinero destinado a políticas sanitarias representa un 20,9 por ciento del total.