El contrato de riesgo compartido podría moderar el coste de nuevas terapias
Su llegada al SNS tiene entre sus dificultades los altos costes de implantación
redacción
Madrid
Cataluña valora la posibilidad de implantar los contratos de riesgo compartido con las compañías farmacéuticas y, de paso, extenderlo a todo el Sistema Nacional de Salud (SNS). Así lo indica un artículo publicado en el último número de la Revista Española de Economía de la Salud (ReES) que, bajo el título “Riesgo compartido: ¿por qué no?”, analiza estos acuerdos, que condicionan el reembolso que las administraciones hacen a los laboratorios por los fármacos en función de su efectividad terapéutica y, concretada mediante una serie de objetivos.
Acercar la llegada a España de estos programas es el objetivo de la reunión que mantuvieron representantes de los diversos agentes del sector. Una sesión de trabajo en la que se valoraron los efectos y dificultades que su implementación tendría en nuestro país, así como las necesidades para su implantación. Para ello, se constituyó un grupo de trabajo centrado en analizar las necesidades de implantar en España este sistema, con el fin de “reducir la incertidumbre en la efectividad de los tratamientos y en las decisiones de financiación, para favorecer la innovación y su acceso a los pacientes”.
El grupo se centró en conocer las distintas opiniones y puntos de vista de sus integrantes, quienes valoraron, asimismo, cuáles serían las barreras en el proceso. Entre estas barreras, destacaron “los acuerdos entre la industria y el financiador”, así como “las dificultades asociadas a la medición de la efectividad de los resultados” o “los elevados costes de implantación, seguimiento y evaluación de estos programas”.
El debate estuvo motivado por los altos costes de los nuevos tratamientos biológicos. Un ejemplo serían las terapias oncológicas, con un coste de más de 40.000 euros diarios por persona. Debido a esta circunstancia, este grupo de trabajo planteó la necesidad de “impulsar un debate sobre un nuevo modelo de relación entre los agentes del sistema como los programas de riesgo para promover una mayor corresponsabilización, especialmente en las terapias biotecnológicas”.