Francisco Rosa Madrid | viernes, 14 de febrero de 2014 h |

El Catsalut y el Instituto Catalán de Oncología (ICO) no se conformaban con los seis acuerdos de riesgo compartido que habían firmado hasta la fecha y tenían ya en cartera otros cuatro más, como adelantó EG hace un par de semanas. Uno de esos acuerdos acaba de anunciarse y pone las condiciones para el suministro de Erbitux (cetuximab), un producto de la alemana Merck para pacientes con cáncer colorrectal metastásico.

El propio Catsalut confirmaba en un comunicado que seguirá “trabajando para que este tipo de acuerdos se puedan ampliar a otros proveedores sanitarios que abastecen a los centros catalanes”, y que de esta forma profundizará en la implementación de un modelo que reconozca la innovación con base en los resultados. De esta forma, Cataluña toma la delantera al resto de administraciones que no acaban de arrancar.

El fin último, dicen, es “corresponsabilizar a todos las partes, el financiador, el proveedor del servicio y la propia industria farmacéutica” en la sostenibilidad del sistema de salud a la vez que se garantiza el acceso a las mejores alternativas disponibles. Concretamente, el producto de Merck está indicado para el tratamiento de pacientes con cáncer colorrectal metastásico, con expresión del receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR) con gen RAS de tipo nativo, según la ficha técnica que aparece en la página web de la agencia europea de medicamentos.

A este respecto, cabe destacar que Merck lanzó recientemente la ‘Plataforma Determina RAS’, que permite la determinación del estado mutacional de los genes RAS (KRAS y NRAS) a todos los pacientes con cáncer colorrectal metastásico candidatos a una primera línea de tratamiento con quimioterapia. El propio ICO está integrado en esta plataforma junto con otros seis centros, por lo que tendrá acceso a la información para determinar los pacientes potencialmente respondedores al tratamiento.

Para Merck es el primer acuerdo de este tipo firmado en España, aunque, según ha podido saber EG, los planes de la compañía pasan por avanzar en esta fórmula, “que contribuye a garantizar el acceso a la medicina personalizada”.

El nuevo acuerdo con Merck sucede al que se anunció recientemente con Roche, que afecta a un par de productos de la suiza. Para ello, el ICO desarrolló un instrumento informático que acompaña todo el proceso. “El método no implica un todo o nada. En caso de que un fármaco no sea del todo efectivo se reducirá el pago a la industria. La monitorización se hará caso a caso”, explicó la directora del ICO, Candela Calle.