De nada han servido los esfuerzos del Ejecutivo que preside Artur Mas por trasladar a la sociedad y al sector sanitario en Cataluña la necesidad de implantar el ‘tique moderador’ en beneficio de la sostenibilidad del sistema sanitario público. A pocos días de que entre en vigor el nuevo copago farmacéutico, el euro por receta no solo no ha ganado adeptos, sino que tampoco ha logrado mejorar su imagen. Tras su entrada en vigor sigue entendiéndose como un tributo que rompe la cohesión del sistema sanitario español, además de recaer sobre los más enfermos, pues no incluye entre los grupos exentos a los enfermos crónicos.
La cascada de reacciones acumulada de usuarios, médicos y farmacéuticos los días previos al 23 de junio no sacaron a la administración de su inmovilismo, ni para retrasar la entrada en vigor de la medida, como pedían los farmacéuticos, ni para reconsiderar que se ampliaran las exenciones al euro por receta, como solicitaba la Coordinadora de Usuarios de la Sanidad. Con la comparecencia de Boi Ruiz el 18 de junio se dio por zanjado el debate. El día siguiente, la Mesa del Parlamento catalán rechazaba 19 admitir a trámite una proposición de ley de ICV-EUiA que proponía eliminar el euro por receta. El gobierno regional se opuso al creer que, de aprobarse, supondría un aumento del gasto.
Recursos
El euro por receta ya está en pie, aunque con la sombra de los recursos judiciales. A la espera de saber si la comisión bilateral establecida con el Ministerio de Hacienda frena el recurso estatal, esta semana, el líder de Ciutadans, Albert Rivera, presentará uno ante la Defensora del Pueblo, María Luisa Cava del Llano, con el objetivo de que la institución lleve al Tribunal Constitucional el euro por receta. Argumentará que Cataluña no tiene competencias para modificar el precio de los medicamentos.
A ello hizo referencia el consejero catalán, que apeló a la “coherencia” para no recurrir la decisión de la Generalitat al entender que el objetivo de racionalizar el gasto farmacéutico es compartido con el Gobierno, y que la tasa solo pretende ayudar a hacer más sostenible la Sanidad pública y a un uso racional de los medicamentos. Ruiz pretendía poner un punto y final a todas las dudas sobre la implementación y objetivos del euro por receta.
El departamento de Salud calcula que cada catalán pagará de media 13 euros al año. El tope personal, en todo caso, estará fijado en 61 euros anuales, que sobrepasarán unos 800.000 ciudadanos, según la Generalitat. Durante este año, no obstante el cómputo máximo de la tasa será de 36 euros. De la misma manera, los seis meses de aplicación en 2012 reducirán los ingresos a 50 millones de euros. Serán cien a partir de 2013.
La información, clave
La tarjeta sanitaria y los sistemas de información serán la clave en la gestión de la tasa en la oficina de farmacia. Con ella, el farmacéutico podrá saber en el momento de la dispensación si el ciudadano debe pagarla o no, y también si ha sobrepasado el máximo anual. La aplicación informática de que disponen estos establecimientos permitirá que no se cobre la tasa a los medicamentos exentos de pago: aquellos con un precio inferior a los 1,67 euros y los dietoterapéuticos. El usuario, por su parte, aparte del tique de caja podrá solicitar en la botica un justificante de abono de la tasa. Próximamente podrá solicitar también un extracto con sus datos personales y la relación de todas las recetas dispensadas con la información de la tasa abonada por cada una, así como el saldo pendiente hasta llegar a su tope máximo anual, fijado en 61 euros.
Al aplicarse exclusivamente sobre recetas emitidas por el Servicio Catalán de la Salud y dispensadas en Cataluña, la tasa no tendrá efecto en el caso de medicamentos que se suministran en hospitales y en ambulatorios. No obstante, el pago sí podría incluir a ciudadanos de otras comunidades que vayan al médico en Cataluña.
A la espera del futuro del recurso estatal, el líder de Ciutadans presentará uno ante la Defensora del Pueblo
Cada catalán pagará de media 13 euros al año. El tope por persona será de 61 euros. En 2012 se ingresarán 50 millones
La Coordinadora de Usuarios de la Sanidad (CUS) pidió ampliar el número de personas exentas de pagar el euro por receta, unas 127.000, al estimar que son más las que tendrán problemas para costearse los medicamentos. “Que solo 127.000 personas estén exentas es una miseria en un territorio como Cataluña, en el que hay más de 600.000 ciudadanos en el paro”, declaró a Efe, la directora de la CUS, Carme Sabaté.
En este sentido, cabe destacar que estarán exentos de este tributo los beneficiarios del Programa de Renta Mínima de Inserción (Pirmi), de la pensión no contributiva, de la Ley de la Integración Social de los Minusválidos (LISM) y del Fondo de Asistencia Social (FAS) y se aplicará sobre medicamentos con precio superior a 1,67 euros retirados en una farmacia catalana con una receta expedida por el Servicio Catalán de la Salud (Catsalut), con un máximo de 61 euros tributados al año.
Sabaté entiende que el sistema sanitario catalán atraviesa graves problemas de financiación, pero advierte de los peligros de cargar el peso recaudatorio en los enfermos. “Es lamentable que la enfermedad se penalice con el copago. Hay otras vías para repartir el peso entre toda la población”, destacó. Asimismo, descartó que el denominado “tique moderador” sea un tributo para evitar abusos en farmacia, tal como sostiene el departamento de Salud de la Generalitat.
Por otro lado, según estimó Sabaté, es el médico quien mejor sabe qué medicamentos necesita el paciente, y que ya se creó la receta electrónica para tener mejor control sobre los fármacos que se dispensaban en farmacia.