| viernes, 08 de noviembre de 2013 h |

Las “Directrices Conjuntas de la Federación Internacional Farmacéutica y de la Organización Mundial de la Salud FIP/OMS sobre Buenas Prácticas en Farmacia” instan a las organizaciones profesionales nacionales a desarrollar unas normas específicas sobre buenas prácticas. En esta línea, el pasado 8 de octubre presentamos el documento “Buenas Prácticas en Farmacia Comunitaria en España”, documento elaborado por un grupo de trabajo formado por miembros del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, los Colegios de Farmacéuticos de Barcelona, Cádiz, Gipuzkoa y Zaragoza, la Fundación Pharmaceutical Care, la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria y la Universidad Granada.

En él se desarrollan y establecen unas orientaciones de mínimos para la práctica profesional, basadas en procesos relevantes y en las necesidades de la profesión. Un documento que tiene como punto de partida la misión del farmacéutico comunitario, que es atender las necesidades de los pacientes en relación a los medicamentos que utilizan, colaborando con las administraciones sanitarias para garantizar la prestación farmacéutica y desarrollando todas aquellas cuestiones que estén relacionadas con la salud y dentro de su ámbito de actuación.

Se definen así cuatro funciones de los farmacéuticos comunitarios y se concretan las tareas en cada una de ellas: adquisición, custodia, conservación, preparación, dispensación y eliminación de medicamentos y productos sanitarios; ofrecer una gestión efectiva de los tratamientos farmacológicos; ayudar a mejorar la eficiencia del sistema sanitario y la salud pública; mantener y mejorar el desempeño profesional, colaboración con la docencia y participación en actividades de investigación. Como siguientes pasos, este grupo trabajará en los procedimientos más relevantes, como son los servicios de Dispensación, Indicación Farmacéutica y Seguimiento Farmacoterapéutico; la difusión de información sobre medicamentos y temas relacionados con la salud; o los servicios y actividades preventivas, entre otros.

Esta iniciativa se enmarca además dentro del Plan de Futuro de la Farmacia Comunitaria, impulsada por los Colegios y el Consejo General, que tiene como objetivo principal poner en valor el trabajo que desarrolla la profesión en España.