Tras el anuncio el pasado mes de septiembre de centrarse en el negocio de la salud, Bayer presentó en su sede central de Leverkusen sus planes para los próximos años. El esfuerzo en la I+D será el eje central de la compañía para la próxima década, con tres áreas concretas donde centrará sus esfuerzos: cardiología, hematología y oncología. Así lo explicó el presidente de la multinacional alemana, Marijn Dekkers, que aseguró que el presupuesto para el presente ejercicio ha sido de 3.200 millones de euros, de los cuales, el 70 por ciento (2.240) serán dedicados en exclusiva al desarrollo de nuevos fármacos. “Esperamos que en los próximos años siga incrementándose el porcentaje de la facturación invertido en investigación y desarrollo”, aseveró Dekkers.
El pipeline que tiene en desarrollo Bayer en este momento (productos en fase III) son 18 moléculas, entre las que destacan el vericiguat y el finerenone, para la fibrosis pulmonar, el moludistat, para la anemia renal, y el copanlisib, para el linfoma de Hodgkin. El primero de ellos es una de las grandes esperanzas de la compañía para los próximos años, tal y como se evidenció en Wuppertal (Alemania), donde Johannes- Peter Stash, responsable del área de Cardiología y Hematología, explicó que “es uno de los proyectos más incentivadores en los que he participado y espero verlo pronto en el mercado, hacia 2017”.
En el área de oncología, además del linfoma de Hodgkin, Bayer se centrará también en el cáncer de próstata. La compañía alemana ha firmado un acuerdo con la compañía farmacéutica Orion Corporation, situada en Espoo (Finlandia), para desarrollar y comercializar en todo el mundo el fármaco ODM-201, un novedoso modulador del receptor de andrógenos que se administra en forma de comprimido y se encuentra actualmente en desarrollo. Desde septiembre de 2014 está siendo objeto de un estudio de fase III en varones con carcinoma de próstata de alto riesgo resistente a la castración y no metastásico, que experimentan un rápido aumento de los valores del antígeno prostatoespecífico (PSA), pero aún no presentan metástasis detectable.
Todos estos proyectos contarán con el respaldo económico de Bayer, si bien Dekkers avisó que los medicamentos “no sólo se desarrollan, sino que también se comercializan”. En este sentido, el presidente de Bayer explicó que dependiendo del buen comportamiento de las ventas la inversión en I+D podría alcanzar cotas más altas que la presupuestada en 2014, si bien aclaró que “el éxito de nuestros últimos lanzamientos de producto ha generado un crecimiento dinámico en Bayer”.
En relación a estos resultados, cabe destacar el buen comportamiento que está teniendo Xarelto en el mercado. Durante los tres primeros trimestres del presente ejercicio las ventas de este anticoagulante oral ascendieron a 1.163 millones de euros. Además de este medicamento, los otros cuatro productos estrella de la compañía alemana (Eylea, Stivarga, Xofigo y Adempas) alcanzaron los 1.000 millones entre todos. De hecho, las previsiones de ventas respecto a estos cinco productos es que alcancen los 7.500 millones de ventas potenciales en los próximos años.
En el ámbito de los medicamentos de venta libre, recientemente reforzado con las adquisiciones del negocio de productos sin receta de Merck y de la empresa china Dihon Pharmaceuticals, Bayer aspira a una posición de liderazgo. “Este segmento viene creciendo por encima de la media del mercado y nuestra estrategia de marca a largo plazo está teniendo un gran éxito”, remarcó el máximo responsable de la farmacéutica.
