Pese a que existen autonomías, como la Región de Murcia o la Comunidad Valenciana, que han establecido protocolos para regular la prescripción de Pradaxa (dabigatrán DCI) para la prevención del ictus en pacientes con fibrilación auricular, debido al incremento del coste con respecto al tratamiento convencional, en Boehringer Ingelheim no se plantean, al menos de momento, una reducción del precio del medicamento en España, tal y como confirmaron a EG fuentes de la compañía. Esta política contrasta con la rebaja unilateral del precio del medicamento para Reino Unido, una vez que este había obtenido la aprobación del NICE. “La estrategia de Boehringer Ingelheim en Reino Unido no marca la de los demás países”, confirmaron estas mismas fuentes, que no descartaron que pueda existir un cambio de posición a lo largo del ciclo de vida del producto.
Mientras, la idea en nuestro país es dejar las cosas como están en este momento, una opción justificada con las palabras de Andreas Barner, presidente de la junta directiva de la farmacéutica alemana, durante la presentación de resultados de la compañía. “Las ventas de Pradaxa en España están siendo satisfactorias. Sí que es cierto que hay algunos problemas de financiación, como ocurre también en otros países de Europa, pero pensamos que se van a resolver pronto”, manifestó.
Y es que, pese a las dificultades aludidas, las cifras presentadas por la firma germana indican una evolución muy positiva de las ventas de Pradaxa en todo el mundo. Estas ascendieron a los 629 millones de euros en 2011, lo que supone un incremento superior al 900 por ciento después de haber registrado unos 62 millones en 2010 (año en el que solamente había obtenido la aprobación de la FDA). “Nuestro objetivo para los próximos años es el de continuar con la expansión de Pradaxa por los distintos mercados”, confirmó Barner.
Para cumplir con este objetivo y abastecer al mercado mundial, Boehringer Ingelheim cuenta hasta ahora con un único centro de producción en Ingelheim. En una primera fase, estas instalaciones tenían capacidad para la producción de 500 millones de cápsulas al año, capacidad que ha sido ampliada hasta los 1.500 millones anuales.
Además de multiplicar los esfuerzos en el área de producción, la compañía no ha dejado de invertir en I+D, con el propósito de aumentar la información disponible para avalar los beneficios que entraña el tratamiento con dabigatrán. Con este propósito, desde la farmacéutica alemana han lanzado un ensayo global (Gloria-AF) en el que participarán 56.000 pacientes de todo el mundo (excepto Estados Unidos y Canadá), y con el que se persigue dar a conocer los resultados de seguridad y eficacia que se derivan de la aplicación de las distintas opciones terapéuticas en pacientes con fibrilación auricular no valvular con riesgo de ictus.