Las empresas de especialidades genéricas invierten a menudo grandes sumas en innovación
| 2010-06-04T16:19:00+02:00 h |

i. f.

Madrid

Los genéricos se erigen como la opción terapéutica asequible generadora de sostenibilidad. Pero, en algunas ocasiones, se postula que la industria farmacéutica innovadora, que realiza una inversión en I+D+i tremendamente alta y aporta grandes beneficios, es la única que invierte en desarrollo. Lejos de tal afirmación, la fabricación de las especialidades genéricas también supone unos costes de desarrollo, que aumentan, según un informe de IMS Health, consultoría líder mundial en soluciones de información para la industria farmacéutica.

Las razones de este aumento son dos: la creciente complejidad de las moléculas que están perdiendo las patentes —por lo que es más complicado llegar a la bioequivalencia—, y la creciente carga de requisitos reglamentarios.

Además, las empresas de EFG a menudo invierten grandes sumas en innovación, para la mejora de las formulaciones, de los sistemas de entrega y para la búsqueda de soluciones de formato que beneficien el cumplimiento terapéutico del paciente. En 2007, el 7 por ciento de los ingresos derivados de estas compañías se destinó a investigación y desarrollo.

No hay que olvidar que, al mismo tiempo, el creciente costo de la asistencia sanitaria y del gasto farmacéutico es inevitable a nivel europeo. Actualmente, los medicamentos representan el 10 por ciento del presupuesto de un país sanitario total (dentro del mismo, los EFG sólo comprenden un 1 ó 2 por ciento).

Se pronostica que el gasto farmacéutico aumentará alrededor de un 5 por ciento anual entre los próximos tres y cinco años. Por tanto, a largo plazo, el uso de genéricos se perfila como la solución. De hecho, en la UE el papel de los genéricos proporciona un ahorro significativo para los sistemas de salud, que se traduce en la cobertura de los costes de los innovadores y medicamentos en general más caros que realmente dan un mayor beneficio al paciente si se gestionan con eficacia.

Los países con mayor volumen de ventas (ver tabla) son Estados Unidos, seguido de Canadá, Alemania, Polonia y Reino Unido, según datos de IMS Health de junio del año pasado. En concreto, sólo en Estados Unidos el uso de genéricos con respecto a los principios activos cuya patente ya ha expirado (medicamentos de marca) representa casi un 90 por ciento del mercado, lo que supone un ahorro sólo en 2008 de 121.000 millones de dólares.

En muchos países europeos este ahorro no es tan marcado, debido a la menor utilización de especialidades genéricas en áreas terapéuticas clave. En España, el uso de EFG se sitúa en un escaso 41 por ciento. El volumen de consumo de estos medicamentos en la UE varía según cada país. En los mercados de EFG más desarrollados, como en el Reino Unido o Alemania, el volumen de uso representa más de la mitad del mercado total. Sin embargo, en los mercados de genéricos menos maduros, como el de nuestro país o Italia, los niveles siguen siendo bajos.

Mayor nivel de competencia

Para ello, según IMS, debe incidirse en el beneficio de los EFG con programas de educación para los prescriptores, dispensadores y pacientes. Y es que, en los países donde su uso no está extendido, el coste de mantener las estructuras esenciales, la farmacovigilancia o los requisitos legales no se cubre con los ingresos generados. Un aumento de la demanda de los EFG eleva, así, el nivel de competencia en todos los mercados.

No obstante, y aunque los EFG cumplen ya más del 50 por ciento de la demanda del total de medicamentos en Europa, a día de hoy sólo representan el 18 por ciento del crecimiento total de fármacos.