Redacción Madrid | viernes, 13 de julio de 2012 h |

La semana pasada la Real Academia Nacional de Medicina (RANM) cambió de presidente. Tras cuatro años al frente de la institución el profesor Manuel Díaz-Rubio dejó el testigo al profesor Joaquín Poch. Para hablar de su experiencia y de la institución, el programa Salud Hoy invitó al presidente saliente.

El papel de asesoramiento de la Academia sigue estando en vigor y si bien mantiene la esencia de sus orígenes, hoy día se ha modernizado extendiendo esta labor a todas las instituciones gubernamentales. Así lo manifestó Díaz-Rubio, quien además resaltó que una de sus preocupaciones al frente de la organización ha sido el que “la Academia se abriera a la sociedad, por su independencia y por lo mucho que puede aportar”.

En opinión del profesor las administraciones cuentan con el consejo de los médicos, pero no cómo a ellos les gustaría. “No hay que olvidar que los médicos somos los que nos dedicamos a los pacientes y a veces no se cuenta con nosotros de forma suficiente, por lo que se tendría que profundizar en ello”.

Actualidad

La batería de recortes fue un tema ineludible. Para el médico estas medidas, sin dejar de ser preocupantes, han de verse con cierto optimismo, sobre todo, si se entienden como un cambio asociado a una mejoría. “Se trata de aceptar la situación y analizarla”.

El doctor no considera que el sistema sanitario es el único que requiera una reforma en profundidad: “En todos los sectores siempre hay cosas que mejorar, pero hace falta un espíritu colectivo de querer levantar el país entre todos”, aclaró.

Al mismo tiempo, el invitado insistió en que las nuevas medidas no tienen porqué estar afectando a la calidad de los servicios sanitarios. Es más, recalcó que la dedicación del médico al paciente sigue siendo la misma.

La investigación es otro de los aspectos que puede correr peligro en la situación económica actual, y si bien la labor investigadora en España ha cambiado de forma abrumadora en los últimos 25 años encontrándose ahora muy preparada, según el experto aún queda camino por recorrer.

Por último, el doctor matizó que el gran avance en las enfermedades digestivas, su especialidad, más allá de las nuevas tecnologías, ha sido el descubrimiento de la helicobacter pylori, gracias a la observación de un residente. Por eso, Díaz-Rubio concluyó refiriéndose a que la relación médico-paciente es fundamental para que “no se pierda esa observación, que a veces se ve desplazada por las nuevas tecnologías”.

Tras cuatro años al frente de la institución el profesor Manuel Díaz-Rubio dejó el testigo al profesor Joaquín Poch al frente de la RANM.