el global Madrid | viernes, 17 de abril de 2015 h |

Con el objetivo de hacer de la farmacia un lugar atractivo para los clientes a través de los sentidos, Asefarma lanza una serie de recomendaciones para potenciar el llamado marketing sensorial. Tal y como explican desde la consultoría especializada en farmacia, olfato, vista, oído, tacto y gusto pueden ser las claves para que la botica se diferencie.

En cuanto al sentido de la vista, desde Asefarma apunta la necesidad de crear un espacio atractivo en la farmacia. “Se mire por donde se mire, no daría buena sensación tener cajas amontonadas a la entrada de la botica o papeles tirados por el suelo”. En este sentido, consideran “evidente que debemos mantener el orden y la limpieza”. Pero, yendo mucho más allá, dicen, “debemos cuidar también la iluminación, que habrá de ser suficiente, pero no resplandeciente”. Así apuntan a la necesidad de hacer que la iluminación destaque el acceso de entrada de la farmacia como reclamo, “que invite a entrar y a la vez también realce las zonas de paso”, señalan.

Por otro lado, desde Asefarma recomiendan evitar colores estridentes, “optando por alternativas más suaves y agradables a la vista, así como espacios vacíos o zonas en las que el producto permanece amontonado o descolocado, porque la sensación visual que esto aportaría al cliente no es para nada positiva”.

En lo referente al sentido del oído, la consultora lanza una serie de recomendaciones relacionadas con la música que se pone en la oficina de farmacia. “Música suave de fondo, hilo musical o incluso la sintonización de una cadena de radio (o a través de Internet) que ofrezca música variada, hace agradable la visita del cliente a la farmacia y la jornada laboral del empleado”, señalan. Otra idea, “pueden ser las soluciones de marketing auditivo, con las cuales se puede ofrecer consejos a los clientes de la farmacia promocionando, por ejemplo, las ofertas y productos del momento”.

Además, en cuanto al olfato, apuntan a la importancia de la llamada “memoria olfativa”. Aquí consideran buena idea “emplear un perfume suave que pueda favorecer la estancia y ayudar al recuerdo positivo de la compra”.

También aluden al sentido del gusto. En este sentido, apuntan a la necesidad de “atraer al cliente por el estómago, ofreciéndole caramelos, grageas, golosinas”. Se trata, explican, de productos “que podamos tener de muestra y se pueden dar como obsequio a los están esperando a ser atendidos”.

Por último apuntan al tacto, “a través del ofrecimiento de cremas, geles u otros productos que puedan ser probados en el espacio de venta”.