Jesús Quero

Gerente del Parque Tecnológico de la Salud de Granada

| 2010-07-09T17:02:00+02:00 h |

Ramiro Navarro

Granada

Jesús Quero ha sido alcalde de Granada, diputado del Parlamento andaluz y senador. Desde finales de 2002 es director de la Fundación Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud de Granada (PTS), asociado a la Universidad de Granada. Forma parte de los patronatos de las fundaciones Fibao y Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA). Asimismo, es miembro del Comité Ejecutivo de la Red de Espacios Tecnológicos de Andalucía (RETA). El parque se ha convertido en un símbolo y estandarte de la apuesta especializada en el sector de investigación biomédica de la administración andaluza.

Pregunta. Muchos sectores relacionados con la innovación y la investigación viven momentos de incertidumbre. ¿Ha afectado la percepción global de crisis economía de los últimos años a la estrategia del PTS?

Respuesta. Más que últimos años hablaría de últimos meses. A este tipo de iniciativas o espacios la crisis ha llegado con cierto retraso. Cierto es que ahora, más que renuncias o eliminación de proyectos, lo que sí se está dando es lo que conocemos como reprogramación. Se está dilatando el periodo de ejecución en algunos proyectos. La incertidumbre ha llegado más tarde, aunque ha llegado.

P. ¿Cómo definiría la estrategia del parque en la búsqueda de alianzas en el sector de la investigación avanzada a lo largo de estos años?

R. Siempre ha sido una apuesta arriesgada. Cuando empezamos a hablar de la reorientación del proyecto, cuando el objetivo era reconvertir un campus universitario en un parque tecnológico, yo aposté por la especialización sectorial en Ciencias de la Salud. Y no fue muy comprendida esa apuesta. Dijeron que podría limitarnos, ser autorrestrictivo, que había que dirigirse hacia un parque tecnológico generalista. Han pasado casi seis años de aquello y el tiempo nos ha venido a dar la razón. A pesar de ser un proyecto en desarrollo, aún en un 60 ó 65 por ciento de ejecución, nosotros calculamos que para 2013 el parque habrá generado un volumen de inversión que estará por encima de los 600 millones de euros, ahora mismo tenemos en ejecución 436 millones. Estamos en las dos terceras partes de ejecución del proyecto y creo firmemente que se revela como un éxito.

P. ¿Cuáles han sido los logros que han confirmado ese éxito?

R. Andalucía era un páramo, sin presencia de las empresas farmacéuticas. Primero, conseguimos, y es algo que reconozco supuso un punto de inflexión, un acuerdo con el laboratorio Rovi. Una apuesta investigadora y productiva con la planta de fabricación de heparina de bajo peso molecular. Y una planta de investigación y desarrollo en la que esta trabajando en varias líneas de investigación. Después vino Pfizer, participando en un proyecto que verá la luz dentro de este ejercicio: el Centro de Investigación Genómica y Oncología. Pfizer será el titular y en él participan la Junta de Andalucía, la Administración central y la Universidad de Granada.

P. ¿Alguna más?

R. Sí. La tercera alianza llegó con MSD, que acababa de cerrar su centro de investigación en Alcalá de Henares. Firmó un protocolo de intenciones con la Junta de Andalucía, que año y medio después se ha transformado en la Fundación Medina, siglas de Medicamentos Innovadores de Andalucía, que arrancó hace unos meses y en estos momentos está en fase de desarrollo. Esta iniciativa cuenta con la participación del Instituto de Salud Carlos III, la universidad y la Junta de Andalucía. En cuarto lugar, y por referirme sólo a cuestiones que están cerradas, recientemente ha sido Novartis quien ha venido a firmar con Rovi una alianza estratégica para la construcción en el Parque Tecnológico del Centro Nacional de Vacunas, que producirá todas las vacunas de la gripe, estacional y pandémica.

P. Además de esas alianzas también se han materializado proyectos enmarcados en iniciativas de política científica propias de la Junta, como el Plan Andaluz de Medicina Regenerativa, ¿no?

R. En general, desde el punto de vista de la investigación, la gran apuesta fue el Banco de Líneas Celulares, ubicado en el parque tecnológico desde hace ya cuatro años. Fue una apuesta de la Junta de Andalucía que luego consiguió respaldo de la Administración central, considerando a este banco como el nodo central de todas las investigaciones con células madre que se realizan en España. También como sede centralizada del Banco Andaluz de Tumores, es el centro coordinador de la Red de Bancos de Tumores de Andalucía, lo que supone una aportación importante en el desarrollo de investigación avanzada. Además, recientemente, la Consejería de Salud ha anunciado la construcción del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Granada, que pretende concentrar todas las líneas de investigación que se desarrollan en los grandes hospitales, tanto en el Virgen de las Nieves como el Hospital Clínico, que dentro de unos meses se trasladará al parque tecnológico. Por concluir, la última gran apuesta es el Fibao, la Fundación Biosanitaria de Andalucía Oriental, que agrupa a tres universidades: Granada, Almería y Jaén; los hospitales públicos de esas tres provincias, 11 en total, todos los distritos de Atención Primaria, el parque, la Agencia Andaluza de Innovación y Desarrollo y algunas empresas. Lo que hay es un potencial total de casi 1.500 investigadores relacionados con Ciencias de la Vida y la Salud. Eso es un auténtico cañón a la hora de ponerlo al disposición de la industria innovadora.

P. Esos logros han supuesto un nuevo rumbo en las relaciones, que no eran especialmente armoniosas, entre la Administración y el sector farmacéutico. ¿Qué motivó ese cambio?

R. No sé, pero creo que se ha llegado, por ambas partes, a una idea en la que yo creo desde hace tiempo. Hoy día, si queremos mantener un sistema sanitario como el que tenemos en nuestro país, el futuro pasa por la colaboración entre el sector público y el privado. Si no, es muy difícil mantener un sistema sanitario con la calidad y la cartera de servicios que tiene el español. Ineludiblemente vamos a tener que acabar con esa dicotomía entre sistema sanitario público y privado. Seguirá existiendo el sistema sanitario público, pero cada día se va a profundizar más en las relaciones y las iniciativas compartidas entre ambos sectores. No sé si porque la necesidad nos va a llevar a esa virtud, entre comillas, o porque las restricciones económicas que tienen administraciones y empresas van a facilitar la creación de fórmulas imaginativas de colaboración. Sin tener que llegar a esa formulación impulsados por los problemas económicos, creo que es muy positiva.

P. Hace unos meses se planteó un acuerdo entre Farmaindustria y varias administraciones para el desarrollo de proyectos concretos.

R. El Centro de Investigación Biomédica será construido con financiación de ese convenio. Unos 12 millones de euros que vendrán aportados por Farmaindustria. Hace unos meses visitó el parque el presidente de Farmaindustria y Novartis, Jesús Acebillo, para acercarse a la forma en que se estaban trabajando muchos de sus socios. Se nos trasladaba la idea de que había que profundizar en esas vías de trabajo y unos de los frutos ha sido la concreción en Granada de unos de esos tres proyectos que se llevarán a cabo en Andalucía.

P. Si Andalucía apuesta por ese sector, sus universidades también deben apostar por ello y garantizar la formación de profesionales investigadores para dar sentido a esa apuesta. ¿Cree que las universidades han apostado?

R. Aquí, desde luego, si algo tenemos es masa crítica para darle respuesta a esas iniciativas. El origen del parque tecnológico está en eso. Es fruto de una reflexión que reconoce que el gran potencial de Granada está en la universidad. Siendo una ciudad pequeña tiene una universidad que roza los 60.000 alumnos y tiene más de 3.500 profesores. El parque tecnológico es un intento de rentabilizar desde el punto de vista socioeconómico esa gran inversión en conocimiento que se hacia. Granada tiene la nota de corte más alta de Andalucía en Medicina. Los que entraron eran los que tenían un 9,2. La facultad de Granada aloja a cerca de 4.000 alumnos al año. Tenemos que generar más iniciativas como ésta, como el parque, para poder rentabilizar y que nuestros talentos no tengan que emigrar fuera de nuestra comunidad.

P. ¿Qué tal la labor entre los emprendedores? Desde su inicio el PTS alojó una incubadora de empresas. ¿Es Andalucía buena cantera?

R. Ése es un camino en el que por mucho que se avance es todavía más lo que queda por recorrer. Para fomentar eso hay que vencer muchísimas resistencias. Primero una resistencia, cada vez menor, cultural. Hasta fecha reciente colgar la bata y ponerse la corbata era difícil. Hasta ahora lo que obtenía era el desdén de sus compañeros, que pensarían que eso no es ciencia pura, que es de peseteros. Eso existía en la universidad y aun quedan reminiscencias. Luego están las trabas administrativas. Al emprendedor se le quita el complemento de dedicación exclusiva, y la gente quiere arriesgar pero no suicidarse. Luego está la traba económico-financiera. Uno lo que tiene es un proyecto, seguramente bien armado desde el punto de vista científico y empresarial, pero necesita respaldo económico. Ahí se ha trabajado en sociedades de capital riesgo. A pesar de las trabas, la Universidad de Granada es la que más spin-offs de base tecnológica ha creado en la comunidad autónoma de Andalucía en los últimos años.