Los responsables de Almirall demostraron con el anuncio de adquisición de Aqua Pharmaceuticals que tienen muy clara cuál es su estrategia de crecimiento para los próximos años. No quedan ya dudas de que la apuesta estratégica de la firma española pasa por la diversificación de las áreas terapéuticas a las que van dirigidas sus tratamientos, centrándose principalmente en respiratorio y dermatología, y por la internacionalización de la compañía, que cuenta actualmente con filiales en un total de 14 países, a los que habría que sumar ahora Estados Unidos, donde Aqua se encuentra establecida.
Esta compañía, con base en West Chester (Pensilvania), se dedica a la adquisición, desarrollo y comercialización de fármacos en el área de la dermatología y dispone en la actualidad de 122 empleados. Su facturación podría alcanzar los 127 millones de dólares (unos 92 millones de euros) en 2013, según la información proporcionada por Almirall a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El laboratorio español señaló que Aqua es una de las diez primeras compañías estadounidenses en dermatología de prescripción y su catálogo de productos está vinculado al acné, dermatitis atópica y queratosis actínica, entre otras especialidades dermatológicas. Concretamente, su catálogo lo componen Cordran, Fluoroplex, Monodox, Xolegel y Verdeso.
La compra se ha cerrado por un importe de 327 millones de dólares (237,8 millones de euros), que se realizará mediante un pago inicial en efectivo de 305 millones de dólares (221,3 millones de euros), al tiempo que establece un pago inicial adicional de 22,6 millones de dólares (16,4 millones de euros) relacionado con la amortización de ciertos activos fiscales a largo plazo.
Al importe inicial se podrán sumar pagos adicionales de hasta 75 millones de dólares (54,4 millones de euros) si se cumplen ciertos objetivos regulatorios y comerciales durante 2014 y 2015.
¿Qué aportará Aqua?
El hecho de que Aqua esté especializada en el área dermatológica es, quizás, su principal atractivo para Almirall. Así, pese a que la firma afincada en Cataluña ha estado muy centrada en el último tiempo en el área respiratoria, dados los hitos relacionados con aclidinio, lo cierto es que en julio de 2007 había hecho una apuesta estratégica por esta área con la compra de la alemana Hermal. Desembolsó unos 367 millones de euros para la adquisición de una compañía que facturaba unos 101,7 millones allá por 2006, y que contaba con una plantilla superior a los 400 empleados, de los cuales un 10 por ciento era personal investigador en dermatología.
En diciembre de 2007, la firma española cerraba la adquisición de una cartera de ocho produ ctos y su correspondiente red de ventas en Europa a Shire, por 151 millones de euros. Entre ellos, dos fármacos para el área de dermatología: Solaraze (diclofenaco sódico) para la queratosis actínica, y Vaniqa (eflornitina), para el hirsutismo facial, los cuales representaban el 40 por ciento de la facturación generada por toda la cartera de productos recién adquirida.
Estas dos operaciones contribuyeron, además de acercar a la firma española a esta área terapéutica, a la expansión internacional de la cartera de productos de Almirall. Concretamente, la compra de Hermal fortalecía su posición en el mercado alemán, a la vez que le permitía el acceso a nuevos mercados como Gran Bretaña y Polonia. Por su parte, la adquisición de parte del portfolio de Shire le permitió crear una base para sus operaciones futuras en el Reino Unido, además de seguir reforzando su internacionalización. Por aquellas fechas, Almirall ya contaba con filiales en Alemania, Bélgica, Francia, Italia, México y Portugal.
En la actualidad, su red de oficinas comerciales se extiende a 14 países. A los ya mencionados, habría que añadir Reino Unido, Suiza, Polonia, Dinamarca, Austria, Holanda y Canadá. Asimismo, y gracias a los acuerdos estratégicos con otras compañías, los productos de Almirall están ya presentes en más de 70 estados de todo el mundo.
La compra de Aqua ayudará a reforzar su presencia en EE UU, lo que contribuirá a que el objetivo marcado por la dirección, que pasa por que las ventas en el exterior representen un 70 por ciento de la facturación total, esté cada vez más cerca de ser cumplido.
