Francisco Javier Guerrero

Presidente de Sefar

| 2010-06-25T16:48:00+02:00 h |

alberto cornejo

Sevilla

De entre las múltiples y variopintas opiniones vertidas por el sector tras la salida a la luz de los reales decretos leyes 4/2010 y 8/2010, ha habido un parecer secundado por todas las instituciones farmacéuticas nacionales: señalar a las farmacias rurales cómo las más perjudicadas por estos recortes. De los miles de puestos de trabajo que se perderán y centenares de cierres de farmacias que el sector vaticina que pueden producirse por dichos recortes, un amplísimo porcentaje será soportado por el colectivo de farmacéuticos rurales. Incluso, hay quien asegura que si no aumenta esta cifra de despidos es porque, a día de hoy, el único trabajador existente en una oficina de farmacia rural es el propio titular. Dos meses después del anuncio de la primera de esta serie de medidas, el presidente de la Sociedad Española de Farmacia Rural (Sefar), Javier Guerrero, analiza cómo se viven estas normativas en el seno de este colectivo.

Pregunta. ¿Cómo vive la farmacia rural las últimas medidas de recorte al sector?

Respuesta. Con perplejidad, debido a la dureza de las mismas y su linealidad. Al contrario que lo acontecido con otros colectivos, no se ha tenido en cuenta que las oficinas de farmacia no son todas iguales ni tienen el mismo margen de maniobra. La oficina de farmacia rural pequeña ya estaba pasándolo muy mal, y estas medidas vienen a empeorar su ya deteriorada economía, llevándola al límite de su viabilidad y poniendo por ello en riesgo la capilaridad del modelo farmacéutico.

P. ¿Llega tarde la preocupación unánime del sector por el colectivo rural?

R. Nunca es tarde si la dicha es buena. Es cierto que la Sefar es una entidad de reciente creación, pero los integrantes de su primera junta directiva veníamos denunciando durante los últimos años los problemas que ya sufría el colectivo rural.

P. Así que, los últimos decretos deben ser vistos como una puntilla a vuestra situación pero no la causa única, ¿no?

R. Los últimos decretos sólo aceleran nuestro proceso de deterioro, y resulta triste que sólo es ahora cuando parece que ha surgido este sentimiento de preocupación. Por quedarme con algo positivo de todo esto, creo que el trabajo de denuncia que ya veníamos realizando, unido a la urgencia de la situación, ha contribuido a que se hable de temas que hasta la fecha eran tabú en la profesión.

P. ¿Aún más satisfechos porque dicha preocupación también esté presente en las altas esferas?

R. A falta de concreción de todo este aluvión de sentimientos paternalistas, me parece positivo que en las altas esferas se quiera abrir vías de trabajo que espero conduzcan a soluciones. De lo que sí me siento satisfecho es de que Sefar pueda ser un referente que les aporte una visión directa de la problemática y seguro que ha contribuido a aflorar este interés por corregir la situación. No obstante, queda mucho trabajo por hacer.

P. Una de esas vías de trabajo es la creación de un fondo de rescate para las farmacias en crisis. Sanidad y CGCOF ya trabajan en ello. ¿Cómo se valora en Sefar?

R. Lo lógico habría sido excluir de estos recortes a las oficinas de farmacia con problemas en vez de quitarles primero el porcentaje de su facturación y después intentar constituir un fondo para devolverles lo que les han quitado. Parece una escena de una película de los hermanos Marx. No obstante, aceptando que los recortes parecen ya inevitables, no queda más remedio que valorar la propuesta como algo positivo. Eso sí, hay que ver cómo se articula, porque tenemos ciertas dudas sobre ello.

P. ¿Cuáles?

R. La primera, su ámbito de aplicación, el cual creemos que debe ser nacional. Se ha propuesto que la ministra lleve este plan al Interterritorial, y allí puede darse el caso de que las distintas comunidades decidan si lo apoyan o no, lo que nos llevaría a la sinrazón de que una farmacia de Castilla y León podría beneficiarse de este fondo y quizás otra de Galicia, por poner un ejemplo, no.

P. ¿Alguna otra?

R. Sí, en lo relativo a cómo repartir ese fondo de rescate. Se habla de 7.500 farmacias en peligro, pero a la hora de repartir ese fondo habría que incluir una serie de criterios correctores, porque no es lo mismo (a igual facturación) una botica que no realice un excesivo número de guardias que otra que haga 365 días de guardia. El número de guardias obligatorias podría ser un criterio transparente y objetivo que discrimine a favor o en contra de una farmacia a igualdad de facturación.

P. ¿Os gustaría participar en la coordinación de ese fondo?

R. Lo lógico y trasparente sería que, como parte directamente implicada, participásemos en su coordinación. La semana pasada, el Consejo General ha contactado conmigo para informarme de la existencia de esta propuesta. El compromiso por su parte ha sido el interés de continuar en esta línea, y el nuestro el de aportar nuestra ayuda para desarrollarla.

P. Hemos hablado de guardias. ¿La reestructuración de las mismas podría mitigar las pérdidas por los nuevos recortes?

R. En el medio rural las guardias las suele hacer el propio titular, por lo que desde un punto de visto exclusivamente económico la mera reestructuración no mejoraría su economía. En este aspecto hay que buscar una solución que pase por racionalizar y remunerar estos servicios. Las guardias podrían ser un buen punto de partida para comenzar a buscar nuevas fórmulas de retribución.

P. También se ha sugerido que la aportación del RDL 8/2010 fuese proporcional a la facturación.

R. Así lo propusimos también nosotros. Las aportaciones a las que esta norma obliga a las farmacias rurales es irrisoria en relación al daño que produce en su ya de por sí paupérrima economía. Además, el artículo 8 de esta norma deja una puerta abierta a la proporcionalidad, ya que sólo indica la obligatoriedad de aplicar una deducción del 7,5 por ciento del PVP en la facturación, pero no restringe la posibilidad de hacerlo de forma gradual. ¿Por qué no introducir un criterio de proporcionalidad a imagen del RD 5/2000?

P. ¿Secundaría Sefar la realización de un cierre patronal como medida de protesta?

R. Realizar paros en la farmacia rural es un delicado debate, ya que somos los servicios mínimos en nuestras poblaciones y no sólo perjudicaríamos al paciente sino que tendríamos el riesgo de sufrir sanciones que no nos podemos permitir. No obstante, respeto la propuesta de los colegios de la Comunidad Valenciana, porque ha tenido un amplio respaldo.

P. También sopesasteis la entrega ‘simbólica’ de las llaves de vuestras boticas a Sanidad, ¿no?

R. Este acto estaba previsto para finales de junio, pero hemos decidido retrasarlo, pero no descartarlo. La próxima semana daremos entrada a la solicitud de entrevista con la ministra.

a. c.

Sevilla

No son pocos los farmacéuticos que en su día se estrenaron en la titularidad de una oficina de farmacia en un municipio rural. Un profesional que ha llevado de la mejor manera posible su negocio, con años más boyantes que otros, pero que en ningún caso le mantiene a salvo de la amenaza de insostenibilidad de su botica, consecuencia del progresivo descenso de la rentabilidad que soportan desde hace años y que los últimos recortes contra el sector pueden acrecentar sobremanera.

Ahora bien, si los profesionales que ya llevan años en la titularidad de una farmacia rural no ven “futuro alguno” en su negocio, con posibles cierres de por medio, ¿qué panorama les espera a los que resulten de aquí en adelante adjudicatarios de una nueva oficina en una localidad rural y deben trabajar desde el primer día con los nuevos recortes gubernamentales?

En Andalucía, como ejemplo, se adjudicarán en 2010 un total de 40 nuevas boticas rurales. Sin embargo, la satisfacción que en el adjudicatario podría suponer resultar agraciado en este concurso bien podría ser visto ahora como una “sentencia de muerte” antes de comenzar su andadura al frente de este tipo de farmacias. Según la consejera de Salud andaluza, María Jesús Montero, las adjudicaciones, lejos de ser un compromiso, “facilitan el acceso a un local a los licenciados que nunca antes han sido titulares”. Habría que plantear al farmacéutico si éste es el escenario que deseaban encontrarse.