Debate

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T.R. RSC | viernes, 16 de marzo de 2012 h |

La importancia de la RSC en un sector como el de la salud que lleva implícito este concepto, aunque muchas veces no se reconozca o no se difunda lo necesario, es objeto de debate en una sociedad que cada vez reclama más solidaridad y acciones altruistas. Consciente de este hecho, la sede de Contenidos de Salud acogió a un grupo de expertos en el I Encuentro RSC al día para hablar de cómo se percibe la responsabilidad social corporativa entre las empresas del sector. La palabra compromiso es lo que define a la RSC y Ana Aliaga, Secretaria General del CGCOF, aseguró que desde su entidad este concepto se cumple y su postura ante la RSC resultó muy clara al considerar que ésta no tiene que ser una parcela independiente dentro las instituciones, sino que ha de ser transversal y estar incluida en la gestión de las instituciones. Una idea que respaldó Montserrat Tarrés, directora de comunicación de Novartis, para quien esta integración se ha de realizar de la misma manera que lo que significa ser, en general, un ciudadano responsable de modo que no es necesario pensar en grandes modelos para llevar políticas de RSC a la práctica general: “Si una pyme se plantea ser responsable, automáticamente entrará en la dinámica. Sólo hacen falta herramientas básicas, lo principal es querer y mostrar actitud”. Para Miguel Vega, director de Relaciones Institucionales de Sigre, ese es precisamente el quid de la cuestión, el interés por hacer es fundamental y “la RSC es algo que muchas veces no se ve, pero que si se practica se percibe en la compañía”.

La idea de que el sector salud es muy activo en esta materia fue apoyada por todos los asistentes al encuentro, no obstante Jesús Díaz, coordinador de este suplemento, manifestó una inquietud y es la percepción de que aunque la calidad de este tipo de actividades en el sector ha aumentado, parece que su implantación se está produciendo de forma lenta. En este sentido, Montserrat Tarrés, explicó que las empresas dedicadas al ámbito de la salud “ya son excelentes de por sí, por naturaleza, de hecho los estándares legales son muy altos, pero el problema es que las propias personas u organizaciones no son conscientes”. Algo en lo que también estuvo de acuerdo Vega, para quien este sector es “privilegiado en RSC, pero no se le reconoce esta labor”. La portavoz de Novartis, relató cómo las empresas farmacéuticas ofrecen, por ejemplo, desde hace muchos años jornadas flexibles, sin embargo “a esta ventaja antes no se le daba la importancia que realmente tiene como es el hecho de que la compañía te está ayudando a conciliar vida laboral y familiar”. Tarrés apuntó, por otra parte, que en su organización fue clave la obtención de la certificación según la Norma de Empresa SGE21, porque esta distinción les permitió auditarse y ver que muchas cosas consideradas como “burocracia” son realmente RSC.

Ese esfuerzo por mantener una actitud comprometida es inherente en Sigre que como puntualizó su representante es una entidad que desde sus comienzos se creó con una conciencia medioambiental y responsable. Por su parte, desde el CGCOF se han y se están desarrollando importantes iniciativas como puede ser la publicación de su Memoria desde el año 2008, la realización de las campañas impulsadas desde los distintos colegios, la creación de un manual de formación desde 2009, el aportar a los farmacéuticos propuestas de RSC, las acciones de algunas oficinas de farmacia de mejorar el acceso a los discapacitados o tener un espacio habilitado en la página web de propio CGCOF, www.portalfarma.com, para consultar estos temas.

Comunicación

El sector hace y se mueve, pero tal vez ¿falta una comunicación más amplia de estas actividades? La pregunta fue lanzada por la moderadora del evento, Lucía Barrera, y llevó a una amplia reflexión sobre las posibilidades quizás perdidas a la hora de transmitir a la sociedad este tipo de enfoques altruistas. Según la Dircom de Novartis, en algunas ocasiones no hay una buena coordinación entre el departamento de comunicación y los promotores de la RSC de la entidad, al igual que los mismos medios de comunicación no transmiten este tipo de informaciones “porque como son buenas, son consideradas como normales y, por tanto, no resultan noticiables”. Para el responsable de Sigre, “las políticas tradicionales en el ámbito de Recursos Humanos no se divulgaban y se ha visto que la transparencia a es algo consustancial a esta política. La comunicación y la RSC son básicas y ésta se debe comunicar”. Una idea compartida por toda la mesa.

Transmitir lo que se hace en materia de responsabilidad dentro de las empresas no debe ser sólo una cuestión de cara al exterior, dentro se debe dar a conocer también lo que se está gestando en este ámbito. En Novartis, se creó el programa Ambassador, una iniciativa para integrar los valores de RSE en todas las áreas de la compañía y tratar de que la gente se involucre. “Algo que hemos logrado, pues cuando se hacen encuestas el 90 por ciento de los trabajadores asegura que lo más valorado es la RSC”, declaró Tarrés.

Ana Aliaga, resaltó que en su caso se está contribuyendo poco a poco, en la medida de sus posibilidades, a través de campañas y actuaciones que se presentan en los distintos colegios. “Lo que pretendemos es unir todas estas acciones y mover a la gente”. Desde el CGCOF se considera que en la farmacia es fundamental tener un modelo de formación en RSC. La oficina de farmacia es un lugar que visitan al día muchas personas y de cada tres clientes que entran uno se va sólo con el consejo facilitado por el farmacéutico, sin haber realizado ninguna compra. Los expertos coincidieron en que estos profesionales realizan una actividad de RSC pura en su quehacer diario, al tener ese trato tan directo con la gente.

La experiencia de Sigre en materia de comunicación interna “resulta más sencilla porque al ser pocos en la empresa ésta se vuelve más accesible y fácil”, destacó Vega. Al mismo tiempo, al nacer en un ámbito de responsabilidad medioambiental Sigre se ha encontrado con menos trabas a la hora de abordar estos temas y de enseñarlo a la gente de su entorno.

Crisis y sensibilización

La crisis económica salió a colación, algo inevitable en el contexto actual y más aún cuando en el diálogo estaban implícitos entresijos relacionados con el mundo empresarial. Los comentarios fueron muy similares y no hubo discrepancias. La primera reflexión partió de Aliaga para quien si bien “la crisis marca un tema importante como es el económico y se han podido perder proyectos con patrocinios, las entidades ya integradas en RSC no la han dejado de lado. Además, responsabilidad y sostenibilidad son dos factores fundamentales para salir de la crisis”.

En este punto, Montserrat Tarrés aportó la idea de que la RSC sigue siendo un estándar de valor y es la “mejor herramienta para quien quiera empezar de nuevo”. Los asistentes coincidieron en que el mecenazgo es una parte de la RSC, pero no tiene que suponer su fin.

De hecho, para Miguel Vega hay que tener en cuenta que si por un lado existen actuaciones concretas que sí requieren recursos económicos, insistió en que si hay “actitud” ésta se sobrepone a cualquier posible limitación. “Se pueden resentir las instituciones que no la tienen interiorizada o que la incorporan como marketing o moda”, pero aquellas que la incluyen como algo normal no la han perdido. En este mismo sentido, se recalcó que hoy día las empresas cada vez valoran más todo lo que supone un valor añadido o un plus y todas estas actuaciones aportan esa calidad extra que se tiene muy en cuenta.

En cuanto a la sensibilización de España en RSC con respecto a Europa, lo cierto es que la experiencia en el extranjero de la representante de Novartis es que en nuestro país se está haciendo bastante, como lo han demostrado las compañías del IBEX-35. “Somos uno de los países que aparentemente hemos sido más activos, aunque no hay que olvidar que en otras zonas europeas han tenido desde hace tiempo unas culturas de filantropía más marcadas”. En apariencia, se puede pensar que el país se mueve en programas de RSC, sin embargo la forma de ser latina es muy viva y puede que “en un principio la gente se apunta, pero con el tiempo se desinfla. Hay mucho, pero poco asimilado. En otros países se dan estas políticas, pero quizá no se habla tanto de ellas”, añadió Vega.

Aliaga hizo hincapié en que existe cierto estancamiento y que aunque lo parezca “no hay tanta calidad en algunos estamentos”. La realidad muestra que en el Viejo Continente siempre nos han aventajado en estos aspectos y “desde España no se le ha enseñado nada nuevo”, matizó Montserrat Tarrés.

Los asistentes a este primer encuentro sobre RSC en el sector salud fueron muy claros en sus palabras finales y la principal conclusión es que si se marcan unos objetivos de responsabilidad y realmente hay un deseo explícito de las compañías de desarrollarlo, todo fluirá para que se ejecuten acciones solidarias, de filantropía o de ayuda a los demás. La crucial es dar el paso, y a partir de ese momento aunque las posibilidades de éxito pueden fluctuar, el camino ya está iniciado.

Con el tiempo el sector salud se ha ido destacando por sus acciones solidarias y si este compromiso no se ha valorado lo suficiente, hoy día el sentir es que se están promoviendo cada vez más acciones. De hecho, según manifestó el responsable de Relaciones Institucionales de Sigre en su caso “no han percibido un menor compromiso como se pudiera pensar, sino todo lo contrario. Todos los agentes están proponiendo continuamente propuestas e iniciativas de responsabilidad en las empresas”.

Las nuevas tecnologías están en boca de todos porque su avance es vertiginoso y sus opciones de comunicación, negocio y desarrollo son numerosas. Por ello, su posible vinculación con la RSC no es un disparate, sino un hecho fehaciente. Así lo piensan en el CGCOF: “Uno de nuestros objetivos establecidos dentro de la que consideramos como farmacia responsable y sostenible es precisamente el uso de las nuevas tecnologías. Consideramos que éstas sirven para facilitar la formación continuada de los farmacéuticos, la información sobre medicamentos y productos sanitarios y la dispensación a través de la receta electrónica”.

Montserrat Tarrés está convencida de que las nuevas tecnologías facilitan el diálogo, fomentan la unidad, permiten compartir a tiempo real, potencian la portabilidad, etc., “en realidad dan un juego diferente, por lo que tampoco se ha de pensar en la prensa como único canal para difundir la RSC”. Incluso pueden ir más allá, de hecho Novartis ha desarrollado “SMS for life”, una iniciativa que utiliza el dispositivo móvil para ayudar a controlar semanalmente el stock de antimaláricos en Tanzania, Ghana y Kenia.

Miguel Vega también defendió que los nuevos aparatos y últimas formas de difusión mediática son esenciales en el marco actual. Además, “la percepción de las nuevas tecnologías en el sector salud está muy asentada, más que en otros sectores”. Los actores implicados son conscientes de ello y de que los temas de salud son de las cuestiones más consultadas en Internet. El CGCOF ha facilitado, por ejemplo una aplicación en su web para que los pacientes puedan ver la composición de los medicamentos. Este es otro de los ejemplos que demuestran cómo el sector se va adaptando a los tiempos actuales, y de la inmediatez que aportan las TIC. En este contexto las redes sociales también juegan su papel, y el fin último es aprovechar las posibilidades que ofrecen que no es sino hablar de Responsabilidad Social Corporativa.