FRANCISCO ROSA Madrid | viernes, 06 de marzo de 2015 h |

La biofarmacéutica americana AbbVie ha constatado con hechos el anuncio que hizo su presidente y CEO, Richard Gonzalez, durante una reunión mantenida con inversores organizada por Goldman Sachs el pasado mes de enero. Gonzalez aseguraba que la inversión en adquisiciones de pequeñas, medianas o grandes compañías iba a ser “una de las prioridades en los ejercicios 2015 y 2016”. El objetivo final de esta estrategia sería, en todo caso, el de engrosar el pipeline para poder compensar la expiración de su ‘producto estrella’, Humira, prevista para 2017.

En este plan previamente trazado parecen insertarse, por tanto, las noticias que llegan este semana desde AbbVie, que ha anunciado la compra de la también americana Pharmacyclics (Sunnyvale, California), por unos 21.000 millones de dólares. El pago, que incluye una valoración de 261,25 dólares por cada acción de Pharmacyclics, se realizará mediante una combinación de efectivo y títulos de AbbVie.

En cuanto a las razones que han motivado la fijación en Pharmacyclics, cabría destacar sobre todo una. En este sentido, AbbVie reconoce en su comunicado que, mediante esta adquisición, reforzará su “presencia en oncología, sobre todo en hemato-oncología, área que ofrece una amplia perspectiva de crecimiento en los próximos años, con un mercado que podría rondar los 24.000 millones a nivel global”.

Este salto cualitativo de AbbVie en el área de los tumores hematológicos será posible gracias, principalmente, a la adquisición del fármaco con el que deslumbra actualmente Pharmacyclics. El mismo Gonzalez reconocía tras el anuncio que “su producto bandera, Imbruvica (ibrutinib), no es solo un complemento para el pipeline de AbbVie en el área de cáncer, sino que este ya ha demostrado una gran eficacia clínica en un amplio rango de tumores hematológicos, convirtiéndose en estándar de tratamiento”.

A este respecto, cabe destacar que este inhibidor de la tirosina kinasa de Bruton (BKT) ha recibido ya la autorización de comercialización en Estados Unidos para su uso en pacientes con leucemia linfocítica crónica que han recibido al menos una línea anterior de tratamiento y para los que tienen deleción de 17p. Asimismo, ha sido indicado para los que están afectados por linfoma de células del manto y que hayan recibido previamente una línea de tratamiento.

Resultados en 2014

Estas primeras aprobaciones han comenzado a impactar en las cuentas del laboratorio californiano, cuyas ventas con este producto ascendieron a los 548 millones de dólares en 2014. De ese total, 492 millones proceden de la comercialización propia en Estados Unidos, a las que habría que sumar otros 56 millones derivados de su venta en el exterior.

Además de las ventas propias, la compañía ya habría recibido una suma superior a los 750 millones de dólares de Janssen por el acuerdo de licencia para su comercialización en Europa, África y Oriente Medio, cantidad a la que se podrían añadir unos 220 millones de dólares adicionales en función de hitos de desarrollo, regulatorios y de comercialización.

“En 2014 hemos tenido una progresión significativa con Imbruvica. Se ha avanzado en el uso del producto por parte de los médicos, dando lugar a una mayor generación de datos de práctica clínica dentro y fuera de los Estados Unidos. Todo ello está repercutiendo en un aumento de los ingresos”, explicó Bob Duggan, presidente y CEO de Pharmacyclics, tras la presentación de resultados de la compañía.

Este presentó algunas estimaciones que apuntan a que, dado el buen posicionamiento del fármaco en las guías clínicas, el aumento de las indicaciones para las que está siendo autorizado, así como el incremento de la demanda, “los ingresos con Imbruvica podrían superar los 1.000 millones de dólares en 2015”.

En el apartado de las nuevas indicaciones a las que alude Duggan, cabe destacar la decisión de la FDA, anunciada en enero del presente año, de autorizar su uso para el tratamiento de la macroglobulinemia de Waldenstrom, que podría afectar actualmente a unos 12.000 estadounidenses y de la que se diagnostican 1.500 nuevos casos al año.

La compañía ha confirmado además que se iniciaron 25 ensayos clínicos con Imbruvica durante 2014, dirigidos a evaluar la actividad del fármaco en diversos tumores hematológico, a los que habrá que sumar los que han comenzado en el presente año, y que están más enfocados hacia los tumores sólidos.

Con todo lo dicho, no es de extrañar que durante esta semana algunos portales especializados, como fue el caso de Bloomberg, hicieran alusión al interés que comenzaba a despertar esta compañía en firmas como Novartis o Johnson & Johnson, con la que ya tenía relación por el acuerdo con Janssen. Finalmente, parece que AbbVie se adelantó a todas.

Pharmacyclics en vez de Shire

Con este paso adelante, la firma con sede en North Chicago se resarce de la operación fallida con Shire, por la cual estuvo dispuesta a pagar hasta 40.300 millones de euros. Como consecuencia de su decisión de dar marcha atrás a aquella compra, el laboratorio americano se vio obligado a realizar una compensación de 1.287 millones de euros a los accionistas de Shire, firma especializada en el desarrollo de nuevos tratamientos para las enfermedades raras.

La decisión de la americana de abortar aquella transacción fue justificada por Richard Gonzalez con la nueva política del Departamento del Tesoro estadounidense, consistente en aplicar gravámenes superiores a aquellas operaciones de inversión de corporaciones americanas que implicaran a empresas extranjeras, una medida que fue criticada por el sector. Concretamente, el presidente y CEO de AbbVie reconoció que la nueva política del Gobierno podría haber “destruido el valor de la transacción, sin que haya resuelto el problema crítico que afrontan en la actualidad las empresas estadounidenses”.

Acertada o no, la política de Washington comienza a dar frutos. Así se ha visto en el cambio de opinión de AbbVie, que pasó de Shire y fue a por Pharmacyclics; y también en el caso de Pfizer, que ha dejado de lado su interés por la británica AstraZeneca y ha comprado Hospira, con sede en Lake Forest (Illinois).