| viernes, 09 de octubre de 2009 h |

a.c.

Madrid

La semana pasada, la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (Sefac) presentó y empezó a distribuir a sus asociados su “Guía práctica de actuación en la dispensación de la píldora postcoital”, un documento “que complementa, no sustituye, las instrucciones técnicas del manual del CGCOF y que sirve para tomar decisiones”, según su vicepresidente, Vicente Baixauli.

Pregunta. Este documento no pasa por alto ni la objeción de ciencia ni la de conciencia. ¿Es el punto fuerte de la guía?

R. Sí. Al querer dar soluciones prácticas nos hemos tenido que mojar. En esto no se puede ir a lo fácil y ser políticamente correcto, pero a lo largo de todo el texto reflejamos que siempre se considere como primera opción la dispensación del fármaco.

P. Respecto a la objeción de ciencia, apostáis por la dispensación pero recomendáis que el profesional deje constancia por escrito (también con la firma de la usuaria) de sus reticencias en ese caso concreto. ¿Ese registro otorgaría algún tipo de seguridad jurídica al profesional?

R. Lo hemos recomendado para que el farmacéutico deje constancia de cuál fue la situación y cómo actuó. Tanto por la seguridad jurídica como porque el farmacéutico vea en ese registro un respaldo moral. De todas formas, en la guía recomendamos que cualquier dispensación de la PDD quede registrada, cumpliendo con la confidencialidad.

P. En lo referente a la objeción de conciencia, reconocéis que es un derecho que puede ejercerse pero también compaginarse con el derecho de la usuaria, ¿no?

R. Aquí hemos querido mandar un mensaje de tranquilidad, asegurando que todo tiene solución. Por ejemplo, recordando que es un derecho individual y no de la farmacia, por lo que puede dispensarla otro compañero. O que el objetor sepa concretamente a qué otras boticas puede derivar a la usuaria.

P. En Sanidad niegan la posibilidad de objetar y aseguran que “en un sitito u otro la podrán adquirir”.

R. Desconozco cuál es la postura oficial de Sanidad. Nuestros servicios jurídicos nos han asegurado que la objeción es un derecho fundamental y que, por tanto, debe respetarse.

P. Una vez puesta en marcha la medida, es el momento de echar la vista atrás. ¿Qué resumen hace de todos estos meses?

R. Más allá de que guste o no la medida, a los profesionales nos queda la sensación de que nada se ha hecho como se debería hacer, que todo se podía hacer mejor. Desde su origen, cuando se marcaron una fecha para su puesta en marcha, pasando por la constante falta de información o la escasa participación, hasta lo más reciente, como la falta de folletos informativos.