| domingo, 22 de marzo de 2009 h |

l. b. / c. r.

Madrid

Abandonó Bruselas a principios de 2008 para ir en la lista del PSOE por Valencia en las elecciones generales, en las que obtuvo el acta de diputado del Congreso. Allí ejerce, entre otros cargos, la portavocía del PSOE en la Comisión de Ciencia e Innovación. EG ha hablado con él.

Pregunta. ¿Está haciendo España los deberes para no perder el tren de la I+D?

Respuesta. En los últimos años empresas y gobiernos han hecho un gran esfuerzo y contribuido de manera decisiva a situar España en un lugar importante en el mundo en ciencia e innovación. Eso se produjo de manera particularmente intensa durante la legislatura anterior y nos gustaría que en ésta, pese a que estamos en un contexto más complicado, sigamos por el mismo camino. En publicación de trabajos científicos ya estamos en la vanguardia del mundo y donde más tenemos que incidir ahora es en la capacidad de transferencia de ese conocimiento. Ahí es donde no estamos a la misma altura todavía que otros países.

P. ¿Cómo convencería usted a los críticos con la actual estructura del Instituto Carlos III?

R. Ha sido una apuesta correcta. Estas decisiones no pueden depender de perspectivas o intereses, que pueden ser legítimos, pero no están en consonancia con el interés general. España está haciendo un gran esfuerzo para interconectar sus recursos en I+D+i. Es precisamente ahí donde encontraremos los resultados.

P. ¿No cree que el hecho de que aún no se tengan noticias de la comisión mixta fomenta la crítica?

R. Se acordó que se haría y se debe poner en marcha. No puede demorarse más.

P. ¿Piensa usted que se puede alcanzar el objetivo del 2 por ciento en I+D para 2010?

R. El Plan Nacional preveía que en 2011 deberíamos estar en el 2,2. Este tipo de referencias son aspiraciones que no se abandonan. Marcan el camino a seguir. Es evidente que estamos en un momento difícil, pero seguimos considerando válida esa aspiración.

P. ¿Es suficiente la carrera investigadora que plantea para la futura Ley de Ciencia?

R. En estos momentos tenemos un único borrador. Obviamente se va a dialogar con los investigadores, se escucharán sus inquietudes y se verá cual es el camino a seguir. Está previsto que el proyecto de ley entre en el Congreso antes del verano. Aún hay mucho margen para el diálogo y si hay algo que pretende el ministerio es hacer una carrera investigadora más atractiva, lo que significa mayor estabilidad y mejores condiciones.

P. ¿Qué hay del desarrollo de la Ley de Investigación Biomédica?

R. Es un asunto a plantear pero aún no se ha tratado en comisión.

P. Hasta ahora nadie ha conseguido conjugar la política de genéricos con la innovación. ¿En qué errores se está cayendo?

R. Es un problema que no existe sólo aquí. Además es muy difícil de resolver, porque se trata de buscar el equilibrio entre reconocimiento a la innovación y sostenibilidad. Siempre habrá, por tanto, un cierto grado de satisfacción si los miramos desde una u otra perspectiva. Se trata de aplicar el sentido común y hallar un equilibrio.

P. ¿Qué opina de la investigación de la Comisión Europea en la industria farmacéutica?

R. Es una situación que hay que detectar, minimizar y volver a buscar el equilibrio si es que se ha producido un desequilibrio.

P. Precisamente, uno de los ejes de acción de esta legislatura será el plan sectorial para la industria farmacéutica. ¿Podría verse reeditado un pacto como el de Villalobos?

R. El Gobierno y el Grupo Socialista pretenden que en esta cuestión exista el máximo acuerdo posible. Ahora bien, hay que intentar que ese plan tenga en cuenta las circunstancias actuales y se ajuste a los problemas que tenemos. Por ello, a lo primero que debe contribuir es a impulsar el empleo. Es inevitable que también sirva para impulsar la I+D+i y la sostenibilidad del SNS. Si se cumplen esas tres cuestiones y ayuda también a la competitividad de las empresas, ése será el camino.

P. ¿Se puede pedir a la industria ahora que invierta más en I+D?

R. En los últimos años, el sector privado español ha hecho esfuerzos muy importantes en materia de I+D+i. Ahora bien, partíamos de muy atrás y pese al esfuerzo realizado, queda mucho camino por recorrer. Tanto el sector privado como el público deben seguir el camino iniciado. Para la industria es precisamente la postura más inteligente, porque quien ahora sea capaz de invertir en I+D+i es el que saldrá reforzado de la crisis.

P. Ciencia habla de medidas fiscales favorables a la I+D pero, según el PP, los presupuestos de 2009 rebajaron un 33,9 por ciento en las deducciones de I+D…

R. Yo no sé si este dato es real, pero en todo caso es la opinión del PP. Lo que sí que sé es que en el caso de las deducciones fiscales España es un referente internacional. La decisión de mantener las deducciones más allá de 2011 es un instrumento más en manos de las empresas para poder seguir invirtiendo en esta materia.

P. En 2008 se cerraron 14 centros de I+D en Europa y EEUU y se abrieron 16 en Asia. ¿Cómo luchar contra la deslocalización?

R. Es una realidad de nuestros días, pero si conseguimos un entorno con un alto nivel de cualificación, con infraestructuras adecuadas, con estabilidad legal y con los incentivos fiscales adecuados no hay que pensar que esta tendencia no sea reversible. Hay un esfuerzo de todos los gobiernos y de la propia UE para recuperar el espacio europeo de innovación, también en materia farmacéutica.

P. Partiendo del hecho de que se debe cumplir con las 3Rs, ¿cree que se debe ir tan lejos con la protección de los animales que impida la realización de investigación?

R. Fui eurodiputado y conozco muy bien estas situaciones de preocupación. En toda negociación se plantean los peores escenarios posibles, que luego se liman entre todos los implicados. Pero este tipo de normas al final hacen la industria más competitiva e impulsan la innovación. Es muy probable que al final del debate veamos que la directiva ya tiene un razonable grado de equilibrio.