Dice el tango Volver de Carlos Gardel que “veinte años no es nada”. Cuando menos, en el reciclaje de restos de medicamentos —y las consecuencias asociadas a esta práctica— sí dan para mucho. En veinte años es posible generar energía a través de este reciclaje para evitar la tala de más de 165.000 árboles —equivalente a la cifra de arboleda de diez parques como el madrileño de El Retiro—, ahorrar más de 300 millones de litros de agua y más de 350 millones de KwH —toda la luz que consume en un año una ciudad del tamaño de Cádiz—, etc.

Estos son algunos de los números, o méritos, con los que ahora se conmemora los 20 años de la puesta en marcha del sistema de gestión de residuos de medicamentos y sus envases (Sigre), un proyecto colaborativo en el que participa todo el sector: industria, distribución y farmacias. Por encima de ellos, y causa de todos, un principal mérito: “hemos instaurado en la población la conciencia de lo dañino que es eliminar de forma incorrecta los restos de medicamentos, ofreciendo al ciudadano una forma cómoda y segura de desprenderse de ellos para proteger la salud y el entorno”, ha apuntado en el acto de conmemoración Juan Carlos Mampaso, director general de Sigre.

En concreto, el hábito de reciclar residuos de medicamentos de origen doméstico está plenamente implantado en el 90% de los hogares de nuestro país, según recientes encuestas. Los números así lo indican: en los primeros años de Sigre, se recogían y gestionaban correctamente en torno a 29 gramos/habitante/año a que, actualmente, se superen los 100 gramos/habitante/año. “No solo cumplimos el objetivo medioambiental, sino el de evitar el acopio innecesario de fármacos en los hogares”, recuerda su director general.

El pasado 2020, la pandemia de la COVID-19 tan ‘solo’ reduzco un 10 por ciento las cantidades recogidas, en un contexto en el que “tanto se vendieron menos medicamentos como se hicieron recomendaciones en determinadas fases en las que se desaconsejaba visitar expresamente la farmacia para depositar estos restos”, ha matizado Mampaso. Como “asignatura pendiente” con margen de mejora, el responsable de Sigre apunta se señala el de “concienciar también sobre el reciclaje de los envases vacíos”.

Reciclaje de medicamentos: ejemplo internacional

Actualmente, en Sigre participan un total de 340 laboratorios, 22.000 farmacias y 143 almacenes de distribución repartidos por todo el territorio nacional.  Cada cual con su papel principal y complementario.

La industria —además de financiadora del sistema— aplicando desde el origen (la fabricación) políticas medioambientales y de ecodiseño de los envases. La red de farmacias, como puntos de recepción de los restos que depositan los ciudadanos y la distribución, como encargado de la logística inversa y el traslado de estos restos desde las boticas a la planta de gestión y reciclaje. “Entre todos los agentes contribuimos a que esta iniciativa sea sostenible”, ha recordado Humberto Arnés, presidente de SIGRE y director general de la patronal Farmaindustria, además de incidir en que “permite cerrar ordenadamente el ciclo de vida del medicamento”.

Juan Carlos Mampaso, Humberto Arnés, Matilde Sánchez y Jesús Aguilar.

Por su parte, Matilde Sánchez, vicepresidenta de Sigre y presidenta de la patronal de la distribución Fedifar, ha incidido en que “el papel que llevan a cabo los mayoristas farmacéuticos en la recogida, transporte y custodia de los residuos de medicamentos, ha sido clave para el desarrollo y funcionamiento de un sistema que ha cambiado los hábitos de los ciudadanos sobre el reciclaje de este tipo de residuos”. Y Jesús Aguilar, también vicepresidente de Sigre y presidente del Consejo General de Farmacéuticos (CGCOF), ha puesto en valor que la red de farmacias, con su implicación en estos 20 años de proyecto, “ha dado un paso adelante en el cuidado del medio ambiente”.

Modelos “parecidos” pero no iguales

Sigre no es solo ejemplo de modelo colaborativo de todo un sector respecto a su compromiso con el medio ambiente y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. También es ejemplo, o referente, de otros modelos semejantes en la farmacia europea.

Así, España no es el único país continental con un modelo de reciclaje de medicamentos También existen iniciativas en Francia, Portugal, Hungría… “Pero Sigre es un modelo único; es el más completo, porque interviene todo el sector y cuenta con planta de gestión propia”, ha recalcado Mampaso.