El reloj marca las 10:30 horas del 4 de febrero cuando arranca esta entrevista. Desde hace escasos minutos, 147 farmacias madrileñas han empezado a recibir usuarios derivados de centros de salud y Salud Pública para realizarse test de antígenos frente a la COVID-19 (24 horas despúes se había superado las mil citaciones y las 500 pruebas ya realizadas). Se pone en práctica una medida cuya gestación arrancaba cinco meses atrás. En concreto, cuando nuestra entrevistada, en su condición de responsable del departamento competente del área farmacéutica, remitió el 4 de noviembre una primera carta —de otras muchas—a la Aemps solicitando autorización para integrar a las farmacias en la estrategia de detección de casos positivos. Día perfecto, pues, para hacer repaso y plantear el ¿ahora qué?.

Pregunta. Quería empezar pidiéndole una valoración de qué supone este 4-F. Pero, al recibirme, ya me ha hecho saber que es “un día importante”.

Respuesta. Lo es. Pero no solo para la farmacia madrileña, también para la Consejería y los ciudadanos. Hemos hecho en estos meses un esfuerzo titánico para que farmacias y clínicas dentales se puedan sumar a nuestra estrategia de cribados. Cuando recibimos la primera negativa de la Aemps,no nos quedamos parados. Seguimos insistiendo y trabajando hasta conseguirlo. Es una pena que solo se nos hayan permitido los cribados en farmacias y no la dispensación de test, como también pedimos.

P. El servicio arranca con 147 farmacias voluntarias participantes. ¿Es cifra suficiente para ‘cubrir’ toda la región?

R. Para arrancar, es una cifra esperanzadora. Entiendo que haya profesionales que prefieran ver cómo transcurre este inicio. Estoy segura que se van a ir adhiriendo más. Lo positivo es que se pueden sumar de forma casi inmediata si cumplen los requisitos de espacios, seguridad y confidencialidad y formación. Calculamos que hay en torno a 500 farmacias que cumplirían los requisitos exigibles —n.r. : la red regional de compone de cerca de 2.900 boticas—.

“La colaboración de los farmacéuticos en la pandemia nos ha dejado sin palabras”

P. En el acto de la firma del convenio con el COF, Isabel Díaz Ayuso, se preguntó —o más bien destinada al Ministerio de Sanidad—: “¿Por qué sí el 1 de febrero y no el 1 de diciembre?”. ¿Usted tiene respuesta?

R. Tendrían que responder ellos (en alusión a la Administración central). Lo que sí puedo decir es que, encaso alguno, caso es culpa nuestra este retraso. De hecho, es increíble lo rápido que hemos trabajado a nivel administrativo para desarrollar el convenio.

P. Se lo planteo de esta forma: ¿Cuánto de importante fue que la Comisión Europea recomendase estos test de cara a que el Ministerio ‘aparcase’ su cerrazón y abriese la puerta?

Elena Mantilla

R. Está claro que el hecho de que la CE anunciase que confiaba y recomendaba las estrategias de cribados con test de antígenos y llevarlos a nuevos puntos, seguro que hizo mella en la hasta entonces negativa del Gobierno central.

P. Hablando de oposiciones, le tengo que preguntar cómo ha vivido la actitud, y hostilidad, de las entidades representativas de Enfermería contra esta iniciativa.

R. Cuando hablamos de una pandemia y una situación tan dramática, me cuesta comprender que no rememos todos en la misma dirección. Tendrán sus razones, pero no encuentro justificación alguna y, por tanto, no lo comparto.

“Estoy segura que si los madrileños hubieran podido hacerse pruebas de COVID en farmacias y acceder a ellas (venta) desde diciembre, el escenario actual de casos sería muy distinto”

P. ¿Es partidaria de la venta de test rápidos diagnósticos de COVID-19 en boticas?

R. Apuesto firmemente por ello. Tan importante como poder hacer pruebas es facilitar su venta en estos establecimientos, siempre dentro de un marco jurídico seguro. Estamos asistiendo a la venta sin control de estas pruebas por Internet. En esta Consejería lo tenemos claro: cuantos más test puedan hacerse, más accesibles con control y seguridad, con profesionales involucrados, más detección y trazabilidad de casos positivos habrá. Me he informado sobre este asunto. Si se hubiera permitido los cribados y la venta en diciembre, ¿cuántos madrileños se habrían hecho estas pruebas de cara a Navidades? ¿Cuántos positivos más se habrían detectado? El escenario actual sería distinto; muy distinto. Estoy segura.

P. Abramos el círculo más allá de los test. ¿Cómo valora la colaboración de los farmacéuticos en la pandemia?

R. Nos han dejado sin palabras. Ha habido una total sintonía con el colegio farmacéutico. Todas las propuestas que se reciben desde él son y serán estudiadas. No podemos olvidar que las farmacias se han mantenido siempre abiertas, o el reparto gratuito de mascarillas y el protocolo para la entrega de medicación a domicilio a pacientes. Esta última ha sido una medida muy aplaudida y de la que personalmente me siento orgullosa de sus resultados.

P. Medidas como estas, adoptadas por la vía de la necesidad y urgencia, ¿han venido para quedarse?

R. Sí, soy partidaria. En especial esta medida de la dispensación a domicilio para pacientes vulnerables. Tenemos que aprobar una Ley de Farmacia y es una de las medidas que estamos estudiando muy seriamente para incorporar y hacerla permanente. No puedo asegurar que se recoja en el texto que se apruebe, pero sí que se está estudiando muy seriamente.

“La dispensación a domicilio es tan positiva y aplaudida por la sociedad que se estudiará de cara a la Ley de Farmacia”

P. Hablando de la nueva Ley de Farmacia de Madrid, y dado que es un compromiso del Gobierno y ‘competencia’ de su Departamento, ¿qué plazos se manejan?

R. Los plazos previstos para tramitarla en el primer tramo de la legislatura han sido desbaratados por la pandemia. Ya creamos un grupo de trabajo en septiembre de 2019. Pero todas las previsiones de tiempos se vinieron abajo en marzo. Ahora hay que centrarse en salvar vidas, vacunar, hacer test de forma masiva… Seguimos teniendo el propósito de aprobarla esta legislatura.

P. Quizá este impass valga para tener en cuenta, de cara al texto, todas estas capacidades que están demostrando actualmente las farmacias…

R. Efectivamente, no hay mal que por bien no venga. Si no llega a existir esta pandemia, y yo personalmente, o la Consejería, no hubiésemos podido corroborar lo bien que funcionan medidas como la dispensación de medicamentos a domicilio, a lo mejor no se hubiera estudiado tan profundamente como lo estamos haciendo de cara a la ley. Tenemos que trabajar su encaje jurídico, pero puede ser una de las grandes novedades.