El Global Madrid | martes, 11 de octubre de 2016 h |

¿Cuántas veces han escuchado que la importante labor del farmacéutico se sustenta, amén de su capacitación, en su relación de cercanía y confianza con el paciente? Respecto a la primera de las premisas, su cercanía, los números la hacen irrefutable: el 95 por ciento de la población tienen una farmacia a menos de 5 minutos de su domicilio, siendo en buena parte de las ocasiones el agente de salud de mayor contacto con el paciente. Respecto a la segunda, la confianza, son las opiniones de la propia sociedad las que destierran toda opción de debate.

Según los resultados del estudio “Confianza en las profesiones”, realizado por GfK Verein a través de encuestas a 30.000 personas sobre 32 profesiones en 27 países, la de farmacéutico es la tercera que más confianza genera en la población. En concreto, un 92 por ciento de los encuestados asegura “confiar totalmente” o “generalmente confiar” en los farmacéuticos, un porcentaje que solo es mayor en el caso de los enfermeros (93 por ciento) y bomberos (97 por ciento, líderes de este ranking. Quién sabe si en el hecho de que los farmacéuticos acompañen a los bomberos en el podio de la confianza tiene mucho que ver su, a menudo, también condición de “apagafuegos” en lo que respecta a urgencias sanitarias leves.

Según los resultados de este estudio bienal en su edición de 2016, los farmacéuticos presentan mejores niveles de confianza de la población que otros profesionales sanitarios como los médicos, si bien presentan un nada desdeñable 88 por ciento. Las profesiones que menos confianza generan en los ciudadanos son los banqueros (solo un 19 por ciento confía ciegamente en ellos) y, en última instancia, los políticos (6 por ciento).