La solidaridad no entiende de banderas… Ni de colores. Menos aún si hablamos del color ‘verde’ que simboliza a la profesión farmacéutica. Por eso, desde el estallido de la guerra en Ucrania tras la invasión de Rusia y las crisis humanitaria y sanitaria que ya empieza a constatarse en consecuencia, la farmacia española ha ‘mudado’ su color al amarillo y azul que identifican al pueblo ucraniano.

Apenas días después de que se produjese la invasión rusa, la ‘maquinaria’ solidaria del sector farmacéutico español se puso en marcha. Por ejemplo, Farmamundi puso el 4 de marzo la primera actuación de emergencia en la región de Poltava, al Este de Ucrania, donde atenderá a 8.600 personas desplazadas internas por la guerra, el 65 por ciento de ellas mujeres y niñas.

Esta ONG farmacéutica trabaja junto al Bureau of gender strategy and budgeting (Gender Bureau) cuyo equipo sobre el terreno va a priorizar el reparto de paquetes nutricionales para menores, kits de dignidad específicos para mujeres, incluyendo kits de higiene y de protección Covid-19. También mantas y ropa de abrigo para las personas más vulnerables ante las temperaturas invernales de la zona. Más de un millón de personas han salido ya de Ucrania y necesitan atención urgente.

Farmamundi puso el 4 de marzo la primera actuación de emergencia en la región de Poltava, al Este de Ucrania, donde atenderá a 8.600 personas desplazadas internas por la guerra, el 65 por ciento de ellas mujeres y niñas.

“La Oficina de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios (OCHA) alerta que, en el transcurso de los próximos tres meses, hasta 6,7 millones de personas pueden verse desplazadas internas dentro de Ucrania. Por ello, desde Farmamundi hemos activado los convenios de emergencia que mantenemos con la Generalitat Valenciana, la Xunta de Galicia, el Ayuntamiento de Elche, el Fondo de Emergencias de Farmamundi y las donaciones específicas que tan solidariamente está realizando la población a nuestra entidad desde el inicio de la crisis, para cubrir las necesidades más inmediatas de la población desplazada interna”, explica la responsable de acción humanitaria de Farmamundi, Tania Montesinos.

El corte de los suministros básicos, como la electricidad y el agua, debido a los combates ya está afectando gravemente a las instalaciones sanitarias, ya mermadas y debilitadas por la emergencia sanitaria provocada por la Covid-19. “Se está produciendo la ruptura de stocks de medicamentos esenciales y un alarmante deterioro debido a la escasez de suministros y personal sanitario. El acceso a los servicios médicos de emergencia, incluidos los de salud sexual y reproductiva, están sobrecargados en medio de una inseguridad creciente”, prosigue Montesinos.

FSF: clúster de ayuda humanitaria

También la ONG Farmacéuticos Sin Fronteras (FSF) ha puesto en marcha una línea de trabajo de ayuda humanitaria permanente junto a SAR Navarra, la Asociación Alas de Ucrania, ASVONA, la empresa A-GLOSS, el grupo Farmacias Solidarias y el Colegio Oficial de Enfermería de Navarra para el envío periódico de medicamentos, material sanitario y otros insumos a la zona del conflicto.

El corte de los suministros básicos, como la electricidad y el agua, debido a los combates ya está afectando gravemente a las instalaciones sanitarias, ya mermadas y debilitadas por la emergencia sanitaria provocada por la Covid-19

La ayuda humanitaria farmacéutica, que se ha establecido en un principio en material sanitario, material de cura, y en el caso de medicamentos, analgésicos, antibióticos, antiinflamatorios o sueros, procederá de laboratorios farmacéuticos, distribuidores y otras instituciones como las farmacias.

Las acciones solidarias también son numerosas por parte de distribuidoras y compañías farmacéuticas. La cooperativa Grupo Hefame ha puesto en marcha una campaña ‘Somos solidarios con Ucrania‘ para recaudar de forma urgente fondos para las víctimas de esta guerra. La acción se lleva a cabo a través de la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR), que destinará los fondos a cubrir las necesidades de los desplazados en las fronteras de aquel país.

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Suministros a Ucrania.

Junto a la realización o colaboración con acciones concretas sobre el terreno, también se han sucedido las declaraciones institucionales de apoyo al pueblo ucraniano y de condena a la invasión de Rusia, como la efectuada por la propia Real Academia Nacional de Farmacia.

“La RANF expresa su absoluta condena a la invasión de Ucrania por el ejército de la Federación Rusa, por ser contraria a los principios más elementales de la moral y la justicia según aparecen recogidos en las normas jurídicas que reconocen y garantizan los Derechos Humanos. Se ha producido una violación flagrante del Derecho Internacional, fundamento de la convivencia pacífica entre las sociedades civilizadas y garantía de la paz y la libertad de Europa y del mundo”.

Solidaridad bien ejecutada

Tan importante como apostar por la solidaridad es ejecutarla de forma adecuada. En especial cuando se trata de donaciones de material sanitario y, en concreto, medicamentos.

La ayuda humanitaria farmacéutica, que se ha establecido en un principio en material sanitario, material de cura, y en el caso de medicamentos, analgésicos, antibióticos, antiinflamatorios o sueros, procederá de laboratorios farmacéuticos, distribuidores y otras instituciones como las farmacias.

Por ello, diversas entidades —como el Consejo de Colegios de Farmacéuticos de Cataluña, el COF de Vizcaya o la patronal catalana Fefac— han puesto en marcha campañas informativas con las directrices básicas para realizar estas donaciones. Por ejemplo, que los medicamentos susceptibles de donación respondan a necesidades de la población y que nunca hayan salido de los circuitos farmacéuticos.

Por tanto, son inútiles las donaciones de medicamentos usados y/o caducados. Tampoco es efectiva la propia adquisición en las farmacias para su donación, al no estar la información de los envases en idioma del país de destino.

Por ello, se aconseja que, a la hora de ayudar con estas donaciones, se contacte con las ONGs farmacéuticas.


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