Se comenta que la crisis sanitaria del coronavirus ha cambiado (cambiará) la sociedad. Tanto en comportamientos (seguridad) como pensamientos, preferencias, etc. ¿También lo ha hecho (hará) con el usuario de oficina de farmacia y, por ende, deberán adaptarse a ello estos establecimientos? La opinión de los expertos es afirmativa a esta correlación.

“El usuario post-Covid y, en especial, post-confinamiento, va a acudir muchas menos veces a la farmacia, pero comprará más en cada una de estas visitas”, opinó la farmacéutica Asun Arias (Asun Arias Consultores) en una mesa virtual que abordó esta cuestión en el recién celebrado encuentro Expofarma Digital de Unnefar.

No es solo una cuestión de cuántas visitas, sino dónde. Cuestiones que hasta ahora eran fundamentales (casi únicas) para elegir la farmacia de “referencia” —como la confianza, cartera de servicios o cercanía geográfica—, podrían quedar relegados o compartir protagonismo ahora con criterios ligados a la seguridad. En especial, en aquellos entornos —principalmente urbanos— con alta presencia de establecimientos en un ratio próximo donde la posibilidad de elección es mayor.

“El nuevo consumidor está dirigido por el miedo, y busca seguridad y limpieza cuando acuda a la botica; es la farmacia la que debe facilitar ese entorno de seguridad”, apuntó Arias. De igual manera, aspectos como la experiencia de compra “pierde valor” en esta nueva etapa “porque no se puede potenciar el contacto entre farmacéutico y usuario y no se pueden usar testers de productos”, expone como ejemplos esta experta.

Seguridad y gestión del stock

Así las cosas, a las medidas básicas que ya se llevan a cabo en estos establecimientos (distancias de seguridad, protección del personal, etc.) se deben asentar otras medidas como facilitar el pago con tarjeta sin umbral mínimo. Mientras, otras posibles actuaciones afectan a la gestión del stock o su exposición en el local.

“Hay que ajustar el surtido expuesto, a fin de que el paciente no tenga que emplear tanto tiempo y reducir así el tiempo de estancia”. Incluso, una vez el usuario haya escogido una presentación determinada “es conveniente que desde el mostrador se le saque una presentación desde la rebotica“. El objetivo es que pueda tener certeza que ese envase no ha sido tocado por otros usuarios previamente”, indica Arias.

No obstante, no todo el funcionamiento y gestión de la botica debe girar en torno a la Covid-19. “Hay que seguir innovando en la gestión. La mayoría de público será gente sana. Las farmacias no se pueden quedar paradas en la venta de geles, mascarillas y guantes”. Categorías relacionadas con la piel —por el problema derivado del uso repetido de geles y guantes— o la de respiratorios pueden relanzarse notablemente a corto plazo.