Alberto Cornejo Madrid | lunes, 29 de mayo de 2017 h |

Como ‘guiño’ al anfitrión del encuentro, en el 58 encuentro anual de la distribución farmacéutica europea (GIRP) que acoge Madrid se ha celebrado una mesa redonda que, con participación de representantes nacionales, ha radiografiado las características y retos del sector mayorista español.

Tal como ya había adelantado en el acto inaugural Eladio González, presidente de la patronal nacional Fedifar, uno de los asuntos que mayor incertidumbre genera en la actual tendencia a derivar medicamentos innovadores al canal hospitalario en detrimento de su dispensación en oficina de farmacia. “El 40 por ciento de productos en el mercado ya se dispensan en hospitales y el 60 por ciento en farmacias; pero lo más preocupante es que las previsiones para 2020 indican que ya se habrán revertido los porcentajes”, ha apuntado en este acto Antonio Pérez Ostos, presidente de Grupo Bidafarma. Una situación similar a que se vive en otros países europeos como Italia y Portugal, y a la que desde el GIRP dicen “no encontrar razones”. En especial en los que no requieren especial control clínico por su administración oral “y en los cuales el paciente tendría más cómodo acudir a la farmacia”, ha indicado Monica Derecque-Pois, directora general del GIRP.

Nadie duda que muchas de estas decisiones esconden razones económicas. Por ello, el primer paso para asegurar la dispensación de estos productos en las boticas “es romper la barrera del problema económico”, ha sugerido Juan Ignacio Güenechea, vicepresidente de Cofares. Una cuestión que no es fácil dado que “ni siquiera es fácil saber qué precio tiene cada medicamento en los hospitales de cada región”, ha añadido Patxi Echeveste, secretario del consejo del grupo Unnefar.

El representante de Unnefar ha recordado que “nuestros compañeros farmacéuticos de hospital aseguran que están sobrepasados por atender a más pacientes ambulatorios, pero no quieren perder estos medicamentos porque le otorgan una potencia económica muy grande a su servicio de FH”. Tampoco César Martínez, presidente no ejecutivo de Alliance Healthcare ve posible un cambio de tendencia si no se ofrece a la Administración una fórmula igual de rentable en lo económico: “no van a suprimir puestos de trabajo que, además, son funcionarios, para externalizar este servicio”. Esa visión es compartida por De Echeveste, quien avisa que “la Administración siempre será reacia a aceptar propuestas de cambio porque tendrán la sensación que han privatizado algo que podían hacer sus funcionarios”.

Cara a la búsqueda de soluciones y propuestas que plantear a la Administración, los representantes no dudan que las mismas pasan por “ideas creativas”, como apunta Güenechea. También para su compañero Pérez Ostos, distribución y oficinas de farmacia están “obligadas” a aportar “nuevas ideas”. ¿Por dónde deben pasar esa creatividad? En opinión del vicepresidente de Cofares, “la capacidad logística de la distribución es un elemento clave para resolver esta cuestión”, ha ofrecido.

En este sentido, el sector mayorista es consciente de que ninguna propuesta que aumente los costes que genera la dispensación en hospitales tendrá éxito. Y aquí entre otro factor a tener en cuenta. En concreto, “cómo compaginar estas propuestas con los especiales acuerdos de financiación que tienen muchos de estos medicamentos de alto impacto económico”, ha avisado Miguel Valdés, director general de la patronal nacional Fedifar.