Con motivo de la celebración del 25 Congreso de la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP), EG ha entrevistado a la presidente del Comité Científico, Mª Carmen Montero Balosa y, aprovechando su condición de farmacéutica de Atención Primaria, ha realizado una “radiografía” de la situación actual de estos profesionales.

Pregunta. A la espera de la aprobación del RD que crea una única especialidad de Farmacia Hospitalaria y de Atención Primaria, ¿qué tipo de reconocimiento busca el farmacéutico? ¿Cómo valora este RD?

Respuesta. La demanda que hemos realizado los farmacéuticos de Atención Primaria (AP) es disponer de una especialidad reglada que permita la adecuada formación de aquellos profesionales que van a desarrollar su actividad profesional en nuestro ámbito. Nuestro objetivo es integrar la formación necesaria para el farmacéutico de AP en una especialidad que permita que, tras el periodo de residencia, el farmacéutico pueda desarrollar su actividad profesional en cualquier ámbito asistencial, no sólo AP u Hospital, también en centros sociosanitarios, penitenciarios, etc.

No tenemos noticia de la próxima aprobación del RD. En breve, esperamos que se apruebe el RD que regula las especialidades sanitarias y áreas de capacitación específica. Una vez aprobado, podremos continuar el trabajo que venimos desarrollando conjuntamente con la Dirección General de Ordenación Profesional y la SEFH para la definición de esta nueva especialidad.

P. ¿Los farmacéuticos de AP tienen la visibilidad que merecen dentro del sistema sanitario?

R. Sí tienen visibilidad dentro del Sistema Nacional de Salud y de los equipos de AP. Nuestro reto es aumentar la visibilidad de cara a la población. La SEFAP representa a más de 700 farmacéuticos de AP, la práctica totalidad de los profesionales que desarrollamos nuestra actividad en Atención Primaria. Creemos que el farmacéutico de AP es un profesional con una alta valoración, tanto por parte de sus compañeros del equipo multidisciplinar de atención a la salud como de sus responsables sanitarios.

P. ¿Existe heterogeneidad en los sistemas regionales en cuanto al peso real de los farmacéuticos de AP?

R. Sí. Los ratios de farmacéuticos de AP varían entre las diferentes comunidades autónomas. Uno de los objetivos de nuestra sociedad es homogeneizar estas proporciones para que el farmacéutico pueda desarrollar adecuadamente todas las funciones recogidas en su cartera de servicios. Por otro lado, todas las CC. AA. valoran muy positivamente la versatilidad de la figura del Farmacéutico de AP como profesional de apoyo a sus compañeros de los Equipos de Atención Primaria, en todo lo referente a la cadena del uso de los medicamentos, a la educación sanitaria del paciente y a la prevención.

P. Entrando en materia del 25 Congreso de SEFAP, ¿qué novedades se aborda?

R. El congreso incluye mesas de debate sobre actualización de tratamientos en patologías con una alta prevalencia en atención primaria, como la diabetes, los problemas de la salud mental, la dislipemia o la artritis reumatoide, entre otros. En concreto, abordaremos en detalle el alto consumo de medicación para la salud mental que se ha observado durante la pandemia en la población general así como en los centros sociosanitarios, en personas de edad avanzada y con comorbilidades. También serán temas del congreso las revisiones farmacoterapéuticas, la investigación en atención primaria o la planificación anticipada del tratamiento farmacológico en cuidados paliativos. Así mismo, queremos resaltar la importancia del paciente en la toma de decisiones compartida con el médico y en el diseño de intervenciones tanto para optimizar la farmacoterapia como para su deprescripción.

P. El lema de este año es “25 años SEFAP: de la calidad terapéutica a la calidad asistencial”. ¿Cómo garantiza el farmacéutico ambos aspectos en la práctica? ¿Cuáles son sus principales labores en los centros de Atención Primaria?

R. La labor del Farmacéutico de AP abarca funciones relacionadas con la evaluación de la prestación farmacéutica, la gestión de los medicamentos, la docencia, la investigación, el desarrollo de intervenciones para fomentar un uso adecuado y seguro de los medicamentos así como el asesoramiento a los equipos directivos y responsables sanitarios, entre otras. Con el paso de los años, hemos mantenido estas funciones e incorporado una nueva perspectiva centrada en el paciente, con un enfoque más clínico y asistencial, colaborando directamente con los médicos y los enfermeros de los centros de salud en la revisión de la medicación de los pacientes.

P. ¿Qué retos actuales tiene que afrontar el farmacéutico de AP?

R. Uno de nuestros principales retos es la plena integración en los equipos multidisciplinares de los centros de salud, dentro del marco de la remodelación de la atención primaria. Tal como he comentado anteriormente, nuestra colaboración directa con los médicos y enfermeros de los centros de salud ha supuesto una nueva faceta para el Farmacéutico de AP y por ello, una evolución hacia una participación más clínica, evaluando al paciente en su complejidad y de forma global para realizar una optimización de la farmacoterapia. Todo ello aporta un valor esencial, precisamente en el momento actual en el que se encuentra la atención primaria en nuestro país y donde los Farmacéuticos de AP podemos contribuir a garantizar una mejora en la calidad asistencial de nuestros pacientes.

Nuestra meta, como expertos en uso adecuado del medicamento en Atención Primaria, sigue siendo dar un servicio de alta calidad al Sistema Público de Salud, a sus profesionales y a los ciudadanos, para garantizar un uso racional del medicamento, tal como define la Organización Mundial de la Salud. Nos queda un ilusionante camino por delante para avanzar en cotas de mejora de la salud de nuestros pacientes, a través del trabajo multidisciplinar, en el que los Farmacéuticos de AP tienen un papel insustituible en nuestra sociedad.

P. ¿Cuál ha sido la evolución del farmacéutico de AP a lo largo de estos últimos años? ¿Cómo debería desarrollarse la figura de este profesional de cara al futuro?

R. En los últimos años, la labor del Farmacéutico de AP ha ido evolucionando y adaptándose al propio desarrollo tecnológico de los sistemas de salud y más concretamente, a los avances experimentados en la atención primaria. Esta evolución ha ido en paralelo con la integración de las actividades farmacéuticas en el equipo asistencial y en la atención a las poblaciones especialmente frágiles, como los pacientes crónicos y polimedicados, aportando asesoramiento a los profesionales sanitarios en cuanto a la selección de los fármacos más adecuados, seguros y eficientes. Además, ha ido avanzando hacia su participación en los procesos de cronicidad y continuidad asistencial y conciliación de tratamientos al alta hospitalaria. Su ámbito de actuación no son solo los pacientes de AP sino también aquellos que residen en centros sociosanitarios, en donde el FAP tiene una importante labor profesional a desarrollar de cara al futuro.

P. También se hablará sobre los avances en el tratamiento. ¿Cuál es el panorama actual y futuro de los medicamentos innovadores?

R. La innovación farmacoterapéutica se ha centrado en los últimos años en la atención especializada aunque eso no implica que no haya áreas de tratamiento en AP que podrían beneficiarse de la innovación para el abordaje de algunas patologías, como por ejemplo el Alzheimer o tratamientos antiinfecciosos frente a resistencias bacterianas.


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