Alberto Cornejo Lisboa | viernes, 07 de septiembre de 2018 h |

Debido a su alta aceptación por los pacientes y sus buenos resultados respecto al mejor cumplimiento terapéutico, el Ministerio de Salud de Portugal va a ampliar el proyecto que, en fase de pilotaje, tiene actualmente en marcha para la dispensación de medicamentos frente al VIH en farmacias.

En concreto, como viene informando EG, este proyecto se está pilotando en el área sanitaria de Lisboa e incluye actualmente a 119 pacientes, los cuales tienen la posibilidad de retirar su medicación antirretoviral en su hospital de referencia (canal habitual) o en una farmacia comunitaria designada por el paciente entre una red de más de 200 establecimientos —que han sido acreditadas y cuyo personal ha recibido formación específicamente—.

Ahora, debido a los buenos resultados que se están obteniendo, se prevé la inclusión de otros 127 nuevos pacientes en este pilotaje, aproximándose a las previsiones iniciales que apuntaban a implicar a cerca de 400 pacientes en esta fase de estudio. Incluso, el Ministerio de Salud también sopesa la posibilidad de extender esta prueba a todo el país, frente a su limitación actual a la región de Lisboa.

Cabe recordar que el propio ministro de Salud, Adalberto Campos, es un firme defensor de este proyecto e incluso ‘apadrinó’ la presentación oficial del mismo a finales de 2016. “Esta iniciativa piensa en el paciente; en ese paciente que puede pasar muchas horas sentado en el hospital para ser atendido, o en aquel que no puede faltar a su trabajo por riesgo de perder el empleo. Si un paciente portador del VIH, con total información, en consciencia y sin ningún tipo de coacción considera que adquirir su tratamiento en una farmacia le supone mayores facilidades, nuestra obligación es favorecer dicha opción”, dijo por entonces.

Incluso, el pasado mes de marzo se dieron a conocer unos primeros resultados preliminares —cuando el proyecto implicaba a 45 pacientes— que reflejaban que el 98 por ciento (44) optó por las farmacias para retirar su medicación. Por el contrario, solo uno (2 por ciento) prefirió seguir yendo al hospital a por renovaciones de su tratamiento frente al VIH.