Alberto Cornejo Madrid | martes, 06 de noviembre de 2018 h |

¿Por qué se denunció ante la Consejería de Sanidad de Madrid el servicio de Atención Farmacéutica Domiciliaria que prestaba la farmacia de El Boalo a mayores dependientes casi tres años después de su puesta en marcha en 2015? Esta es la pregunta textual que ha formulado EG al Colegio Oficial de Enfermería de Madrid, el organismo que denunció —en representación de la enfermera del municipio— el Programa de Ayuda al Mayor (conózcalo aquí) desarrollado desde 2015 por el Ayuntamiento de El Boalo y la farmacia de la localidad, y que la Dirección General de Inspección ahora ha prohibido en respuesta a esta denuncia (tramitada el pasado mes de julio).

Según contesta Sara Gasco, secretaria general del Colegio de Enfermería de Madrid, este periodo de tres años que dista entre la puesta en marcha del servicio y la tramitación de la denuncia es fruto de que “la enfermera de El Boalo nos dice que se ha enterado del servicio por casualidad y que, en unos primeros momentos, al pedir explicaciones a la médica del centro de salud, ésta le excusa que la farmacéutica no visita los domicilios para hacer asistencia, y que en todo caso se enmarcan en un contexto de amistad con los pacientes”.

Cabe recordar que en el pequeño municipio de El Boalo apenas ejercen tres profesionales sanitarios: el médico y la citada enfermera en el centro de salud, más la farmacéutica (la única de la localidad). ¿Cómo es posible por tanto que en tres años, de 2015 a 2018, este servicio pasase desapercibido para la enfermera de un municipio de apenas 7.000 habitantes y un único centro de salud? La secretaria general del colegio enfermero explica que “hubo un tiempo en el que la enfermera no ejerció en El Boalo por una baja”, sin especificar el tiempo concreto.

Sobre la polémica que ha generado esta denuncia y la posterior orden de cese del servicio por la Administración, Gasco asegura que “en el primer aviso que nos remite al colegio, ella (enfermera) nos hace saber sus dudas en torno a la presentación de la denuncia porque sabe que puede generar un conflicto”, excusa la representante enfermera.

Al margen de estas explicaciones, Gasco acusa abiertamente que “entre la médico del centro de salud y la farmacéutica se pasaban información sanitaria” de los pacientes mayores adheridos a este Programa de AF Domiciliaria, lo cual, a su juicio, se habría “vulnerado la protección de datos” y la imposibilidad que tienen los farmacéuticos de acceder a los historiales clínicos.

Cabe recordar que desde el Consistorio de El Boalo, su alcalde, Javier de los Nietos, ha asegurado públicamente que la enfermera de la localidad “nunca se ha ofrecido para realizar estas visitas a los domicilios que realiza Lucrecia (la farmacéutica), ni antes ni después de la denuncia”. “El alcalde de El Boalo es un ignorante”, ha afirmado textualmente la secretaria general del colegio enfermero. Gasco asegura que, al margen de este Programa, la enfermera de El Boalo ha realizado un total de “161 visitas” a domicilios de pacientes mayores de 80 años de esta localidad en este 2018.