La inflación es un problema latente y muy presente en todos los ámbitos de nuestra sociedad. Esta espiral inflacionista esta dificultando la supervivencia de multitud de personas que se ven ahogados por el crecimiento generalizado de los precios y, por tanto, el sector farmacéutico también tiene que hacer frente a este problema. De hecho, en Inglaterra la situación es aún más grave, se estima que más de 3.000 boticas están ante un riesgo real de cierre en 2024 debido a la inflación creciente y la falta de colaboración de las administraciones para solventar este problema.

La Asociación Nacional de Farmacias Británica (NPA) ha presentado un informe sobre la situación de la farmacia comunitaria británica donde subraya la situación tan crítica que pueden sufrir miles de farmacias en el 2024. En este sentido, David Taylor, profesor emerito de política farmacéutica y salud pública del University College London ha asegurado que los cierres de las boticas representan una “crisis grave y una amenaza existencial para la farmacia comunitaria del sistema británico de salud”. Además, ha remarcado la delicada situación de las farmacias que atienden a los más vulnerables que “están en un peligro especial”.

El informe presentado por la NPA muestra el panorama de inestabilidad y peligro al que se enfrenta la farmacia comunitaria británica

Por su parte, Panos Kanavas, profesor asociado de política sanitaria internacional de la London School of Economics, ha aseverado que “los cierres serán el resultado de políticas que no han estado sujetas a un escrutinio informado más allá de círculos muy limitados y bien podrían haber sido rechazadas si hubiera sido entendido adecuadamente”.

Perspectivas de futuro

La financiación de las farmacias comunitarias en Inglaterra se ha congelado en 2.592 millones de libras esterlinas al año desde 2017, sin incluir un asignación anual para la inflación. Es más, si en el 2024 se mantiene una tasa de inflación del 10 por ciento o superior, el valor de la suma global de la farmacia comunitaria habrá caído de 2.500 millones de libras a cerca de 1.700 millones. Esto supone que el valor de la red de farmacias inglesas se situaría un 40 por ciento por debajo del valor de 2015 y un 29 por ciento inferior a su valor de 2019. En cuanto al año en curso, el valor de la suma global se ha reducido en 2.100 millones de libras, es decir, el 76 por ciento de su valor en 2015.

No obstante, el informe de la NPA reconoce que el resultado del acuerdo de financiación del marco contractual de farmacia comunitaria actual permitió retener 100 millones de un “pago en exceso” de una compra anterior de medicamentos. Aunque apunra que “no se ha tomado ninguna medida para abordar el problema financiero subyacente.

En 3 años, la red de farmacias inglesas ha descendido su valor en 800 millones de libras

Asimismo, señala que los recursos necesarios para mantener la red de farmacias son “modestos” en comparación con el resto del NHS, explicaron los investigadores. Sin embargo, la “situación de emergencia del sector provocada por los recortes de fondos y el impacto de la inflación aún no se ha abordado”, han reclamado los profesores. Incluso si, por ejemplo, se inyectaran 250 millones en los contratos de farmacia para 2023 y 2024, “los desembolsos anuales generales en efectivo en la remuneración de farmacias comunitarias en Inglaterra seguirían siendo prácticamente los mismos que en 2015” han agregado.

Políticas de farmacia comunitaria

Según el informe, las políticas de farmacia comunitaria en otras partes del Reino Unido “han progresado sin la falta de armonía que se observa en Inglaterra”. Iniciativas como Pharmacy First Plus de Escocia, que permite a los farmacéuticos prescriptores tratar una amplia gama de afecciones comunes, y el progreso en Gales hacia la reducción de la proporción de tarifas de farmacia derivadas de la dispensación, “promete una mayor estabilidad financiera y una mejor atención primaria”, afirmaron Taylor y Kanavas.

Si bien se estima que la financiación de las farmacias en Inglaterra es de 46 libras esterlinas por habitante, para Gales y Escocia son 66 libras esterlinas y 67 libras esterlinas, respectivamente. Estas cifras tan dispares plantean “preocupaciones importantes sobre los diferentes objetivos de política que se persiguen, los estándares de servicio y los intereses contrapuestos de los pacientes y la salud pública en juego”. Sin embargo, el informe identifica “razones para el optimismo a largo plazo”, señalando el compromiso del Consejo General Farmacéutico de garantizar que todos los nuevos graduados de farmacia califiquen como prescriptores independientes para 2026.

Aumento de farmacéuticos prescriptores


“Los responsables de la formulación de políticas deberían buscar con urgencia permitir que los farmacéuticos comunitarios se conviertan en proveedores de atención médica clínicamente orientados en todo el Reino Unido”, escribieron. “Dicho progreso debe fomentarse de una manera que también les permita ejecutar sus responsabilidades de dispensación y suministro de medicamentos relacionados de la manera que mejor satisfaga los requisitos de los usuarios del NHS”.

“Los responsables de la formulación de políticas deberían buscar con urgencia permitir que los farmacéuticos comunitarios se conviertan en proveedores de atención médica”

David Taylor, profesor emérito de política farmacéutica y salud pública del University College London

Como conclusión, Taylor aseguró que aumentar el número de farmacéuticos prescriptores proporcionará “una mayor comodidad, reducirá los tiempos de espera y en algunos casos, mejorará fundamentalmente la atención clínica, además de aliviar la presión sobre las prácticas generales”. Las respuestas a la pandemia de COVID-19 también han demostrado el valor de la farmacia comunitaria en todo el Reino Unido, sentenció el informe.


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