Alberto Cornejo Madrid | jueves, 01 de diciembre de 2016 h |

Más de 41.000 test rápidos de detección precoz realizados desde 2009. Esa es la mejor ‘prueba’ para demostrar la implicación de las farmacias españolas en la lucha contra el VIH/Sida, cuyo Día Mundial se conmemora este 1 de diciembre. Desde que en 2009 País Vasco y Cataluña apostaron de forma pionera por incluir a las farmacias en las estrategias de prevención mediante la realización de test de diagnóstico rápido en estos establecimientos, otras cuatro comunidades han replicado este programa en sus territorios: Castilla y León (2010), Cantabria (2012), Baleares (2015) y, más recientemente, Asturias (con un pilotaje iniciado en septiembre de 2016).

En el computo global de estas comunidades, son 265 oficinas de farmacia nacionales las que ofrecen este servicio que permite detectar esta patología en apenas veinte minutos mediante una simple punción en el dedo para la extracción de una muestra de sangre. Todo ello, garantizando en todo momento el anonimato del usuario. En concreto, en País Vasco está disponible en 50 boticas, a las que se suman las 129 de Cataluña, 16 en Castilla y León, 52 en Cantabria, 8 en Baleares y diez en Asturias.

Respecto a la cifra de pruebas realizadas —según los últimos datos ofrecidos por Consejerías y colegios farmacéuticos— las farmacias vascas han realizado más de 21.200 pruebas a lo largo de los siete años en los que lleva implantado este programa, y por las cuales se han podido detectar 201 positivos (cerca de un 1 por ciento de las pruebas efectuadas). En Cataluña ya se han superado las 11.550 pruebas (119 reactivas), 6.220 en Castilla y León (con apenas 79 positivos), cerca de un millar en Cantabria y más de 1.400 en Baleares. Precisamente, son estas dos comunidades donde mayor porcentaje de personas infectadas que lo desconocían se han podido detectar, en torno al 3 por ciento de los usuarios que se han sometido a las pruebas, en ambos casos.

Mientras, en Asturias cuya prueba piloto apenas lleva implantada dos meses, ya se han efectuado más de un centenar de pruebas en las diez boticas que participan en esta fase inicial. ”Se hacen más test en las ciudades que cuentan con más población y en las oficinas que están ubicadas en sitios de paso”, apuntan a EG desde el colegio asturiano. Cuando el resultado es positivo, los farmacéuticos derivan al paciente a un centro de salud u hospital de referencia para confirmar el diagnóstico y facilitar el inicio precoz del tratamiento.

Respecto al tipo de perfil del usuario, desde los colegios farmacéuticos y consejerías se coincide en señalar a un adulto, varón (en torno al 70 por ciento de los usuarios) y con una edad comprendida entre los 30 y 40 años. Cabe destacar que en comunidades como Castilla y León las estadísticas dicen que un 5 por ciento de los usuarios que se realizaron estas pruebas en las farmacias no residían en esta región, lo que demostraría el interés de la población por este servicio.

Otro de los aspectos positivos de este servicio es que se reconoce el papel de las farmacias mediante la retribución de la prueba, bien sea abonada por el usuario, la Administración o ambas partes. Así, la retribución de la prueba varía desde los 10 euros que reciben las farmacias catalanas por cada test a los cinco euros en país Vasco, Castilla y León, y Baleares. Precisamente, tal como se señalaba en un reciente reportaje de EG, los test rápidos del VIH/Sida es el servicio remunerado más implantado en la red de farmacias españolas. Ahora solo queda esperar que, dados los positivos resultados para la detección precoz de esta patología, así como la alta aceptación y satisfacción de los usuarios con el servicio, nuevas Comunidades Autónomas apuesten por sus farmacias en este tipo de programas.