Más de 150 farmacéuticos han asistido al curso “TDAH: Rasgos nucleares y comorbilidades. Abordajes farmacológico y multimodal en farmacia comunitaria”, organizado por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Gipuzkoa (COFG) el jueves y viernes en San Sebastián. El evento, guiado por Guillermo Iraola, que es farmacéutico comunitario diagnosticado tardíamente con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) y autor del libro “(Casi) todo lo que sé del TDAH” (2024), tiene como objetivo capacitar a los farmacéuticos en una dispensación adecuada “y fomentar su rol de acompañamiento desde la empatía, entendiendo las situaciones y el impacto que este trastorno genera en pacientes y familiares”. La formación ha abarcado temas como rasgos nucleares del TDAH, comorbilidades, abordaje farmacológico, vocabulario y comunicación, detección temprana, diagnóstico tardío y TDAH en adultos, así como el papel de las farmacias en un enfoque multimodal.

Guillermo Iraola señala que la terapia farmacológica “puede mejorar los aspectos más evidentes del trastorno. Es decir, la hiperactividad, la impulsividad y las dificultades de atención responden bien al tratamiento farmacológico. Sin embargo, es crucial entender que el TDAH va más allá de la atención y la hiperactividad”, enfatiza.

El empleo de la terapia

Según Iraola, las terapias cognitivo-conductuales que se implementan en escuelas o consultas especializadas son tanto o más importante que el uso de medicamentos. “Un tercer enfoque en el tratamiento multimodal son las acciones psicoeducativas dirigidas a pacientes y familiares”.

Iraola sostiene que el papel de la farmacia comunitaria no debe limitarse al tratamiento farmacológico: “Debemos ser conscientes de nuestro rol en este entramado multimodal que busca mejorar la vida de las personas afectadas, entender los desafíos que enfrentan estas familias y ofrecer un acompañamiento que genere confianza”, subraya.

“Ignorando que hay más de 20.000 farmacias en el país, nuestra labor no puede limitarse a ‘la dispensación sin más’. El mostrador es un espacio fundamental para la comunicación; una dispensación adecuada, además de ser necesaria, es apreciada por los pacientes (o por sus padres, que a menudo son los que manejan el caso del TDAH)”, destaca.

Un libro para concienciar

Este año, Guillermo Iraola ha publicado “(Casi) todo lo que sé del TDAH”, con el propósito de desentrañar los “misterios” del trastorno, contextualizándolo con sus experiencias y ofreciendo una visión actualizada del mismo. Su relato personal se convierte en una herramienta para quienes lidian con un diagnóstico propio o de un ser querido. “Cuando fui diagnosticado hace seis años, me tomó casi un año entender que el TDAH no se limita a la falta de atención y la hiperactividad. He visto que muchas personas con diagnósticos tardíos se convierten en activistas, y yo no soy una excepción. Además de ayudar desde mi profesión, he podido recopilar en un libro gran parte de lo que he aprendido en estos años”, explica. El libro, aunque no exclusivamente, está dirigido a personas con TDAH, quienes “somos un grupo” con dificultades para concentrarnos en la lectura. “La parte más complicada de escribirlo fue darle una estructura atractiva y accesible. Los capítulos se pueden leer en cualquier orden, o dejar para el final los más densos, como los que detallan la medicación”, aclara.

Respecto a su objetivo, Guillermo Iraola expresa: “Espero que quienes lean el libro aprendan a conocerse mejor y adquieran vocabulario, ejemplos prácticos y metáforas para hacerse entender”. Considera que el TDAH no afecta solo a quien lo padece, por lo que el libro también está dirigido a quienes desean comprender mejor a sus parejas, familiares o compañeros.

Iraola subraya que sus más de 20 años en la profesión farmacéutica “me han sido muy útiles para enfrentar mi TDAH desde el conocimiento y la evidencia científica. A esta experiencia se suma lo que aprendo en el mostrador. Me gusta pensar que estoy en una posición privilegiada para ayudar a otros a comprender sus propios trastornos y la medicación que toman”, concluye.


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