Alberto Cornejo Madrid | jueves, 11 de octubre de 2018 h |

Semana clave para conocer cómo ‘respiran’ oficialmente los grupos políticos —al menos sus representantes en la Asamblea de Madrid y más allá de las manifestaciones a gusto del consumidor que suelen reinar en foros profesionales— respecto a una de las herramientas con las que cuenta la farmacia comunitaria ante el nuevo paradigma sociosanitario marcado por el envejecimiento, la dependencia y la cronicidad. Una herramienta que lleva por nombre Atención Farmacéutica Domiciliaria.

Ahora toca ‘mover ficha’ y posicionarse. Bien sea por acción o inacción. Y es que este 18 de octubre expira el plazo del que disponen las formaciones políticas representadas en la Cámara para la presentación de enmiendas al proyecto de nueva Ley de Farmacia regional. Una ley que, cabe recordar, viene a sustituir a la todavía vigente que data de 1999 y que introduce importantes novedades como la libertad de horarios de las oficinas de farmacia o la posibilidad de que estos establecimientos realicen la citada (y poco presente aún en las LOF autonómicas) atención farmacéutica domiciliaria.

Inicialmente, como recogía el Boletín Oficial de la Asamblea de Madrid del pasado 13 de septiembre, los grupos parlamentarios disponían hasta el 27 de septiembre para presentar a la Comisión de Sanidad enmiendas a la totalidad del texto, o hasta el 4 de octubre si se trataba de enmiendas parciales al artículo. Sin embargo, se acordó una ampliación de estos plazos de tal manera que los grupos tendrían hasta el 11 de octubre para enmendar a la totalidad y hasta el día 18 si solo afectan a parte del articulado.

Junto a la enmienda a la totalidad presentada por el Grupo Socialista, este 18 de octubre se revela clave para conocer su posicionamiento oficial respecto a la polémica suscitada en torno a la Atención Farmacéutica Domiciliaria. Una posible labor asistencial de las boticas que ha generado el rechazo público y notorio de las instituciones representativas de Enfermería —Consejo General de Enfermería, Colegio de Enfermería de Madrid y diversos sindicatos— y, en consecuencia, una campaña de “oposición” por la cual han manteniendo reuniones con los grupos para pedir la retirada del proyecto.

Será por tanto a partir del día 18 cuando se confirmará si las formaciones políticas manifiestan algún tipo de rechazo y duda en torno a esta nueva función de las farmacias en forma de presentación de enmiendas al artículo que recoge la AF Domiciliaria. En concreto, su artículo 8 (Capítulo 2) relativo a las funciones de las oficinas de farmacia y en el que se indica que “sin perjuicio de las competencias propias de otros profesionales sanitarios (…) podrán realizar actividades de atención farmacéutica domiciliaria relacionadas con el seguimiento farmacoterapéutico a pacientes en situación de vulnerabilidad sanitaria y mayores dependientes, adherencia a tratamientos, reacciones adversas u otras”.

Sin mayorías en la Asamblea

Cabe recordar que el Gobierno regional (Grupo Popular) ya rechazó —en un encuentro mantenido el 18 de septiembre con las instituciones de Enfermería— realizar cualquier tipo de modificación al respecto en el texto de anteproyecto consensuado desde hace meses con el COF de Madrid. Ahora bien, el posicionamiento del resto de formaciones al respecto es importante dado que el Grupo Popular no cuenta con mayoría en la Asamblea y necesitará apoyos en el inminente debate y votación del texto.

De igual manera que está llevando a cabo Enfermería, aunque con finalidad opuesta, también el Colegio de Farmacéuticos de Madrid y la empresarial Adefarma mantienen encuentros con los representantes políticos para, en este caso, transmitirles las ventajas que acarrea la AF domiciliaria para la sociedad. Asimismo, desde estas entidades se recalca que en ningún caso se invaden competencias de otros profesionales y que es la propia normativa nacional la que respalda este paso adelante.

Réplica del COFM

El presidente del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, Luis González, ha salido una vez más al paso de las críticas por parte de las instituciones representativas de Enfermería respecto al proyecto de Ley de Farmacia regional y, en concreto, a la posibilidad que recoge la norma de que las farmacias realicen atención farmacéutica domiciliaria. En este caso lo ha hecho subiendo un tono la dureza de la réplica:. “Es el momento de dejar las cosas claras. Ni yo como farmacéutico soy un intruso ni la Ley de Farmacia es un peligro de Salud Pública”, ha replicado González. Asimismo, recuerda que la AF Domiciliaria es una cuestión de “humanización” ya que está dirigida “a pacientes domiciliarios dependientes con movilidad reducida”. “¿Acaso no se va a dejar a un sanitario actuar como un sanitario? Quizá ha llegado el momento de pedir responsabilidades a quienes quieren impedir esto”, avisa el presidente de los farmacéuticos madrileños respecto a estos recelos.