Alberto Cornejo Madrid | jueves, 29 de noviembre de 2018 h |

Comunidad de Madrid prevé pilotar próximamente la dispensación medicamentos frente al VIH/Sida en oficinas de farmacia, como alternativa a su actual entrega ambulatoria en hospitales, a semejanza de la experiencia que —con resultados exitosos— se lleva a cabo en Portugal. Así lo han anunciado Luis González, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, y Francisco Ramírez, presidente de Colegas-Confederación LGTB Española, durante el acto de firma de un convenio de colaboración entre ambas entidades que ha tenido lugar este 29 de noviembre.

Ambos presidentes han confirmado que esta idea “cuenta con la autorización de la Consejería de Sanidad” y solo falta definir procedimientos y cronograma, aunque se espera pueda arrancar con celeridad. Sí se sabe que la experiencia seguirá el espíritu del piloto iniciado en 2016 en Lisboa, bajo la tutela del propio Ministerio de Salud, basado en facilitar la accesibilidad (en tiempos y distancias). Es decir, las intenciones pasan porque los pacientes puedan elegir si desean retirar las renovaciones de su tratamiento antirretroviral en alguna farmacia comunitaria elegida por el propio usuario (con un horario de apertura y cercanía más amplío) o bien desean seguir acudiendo como hasta ahora a su hospital de referencia en horarios ‘cerrados’. Según ha indicado el presidente de Colegas, se prevé que la primera experiencia en Madrid arranque con entre 100-150 pacientes —de los cerca de 2.000 madrileños actualmente en tratamientos con antirretrovirales frente al VIH— adscritos a un hospital “de poco tamaño” y de ámbito urbano.

Según ha recordado Luis González, “se trata de medicamentos que ya estaban en el pasado en las oficinas de farmacia”. El presidente colegial ha defendido la importancia de esta iniciativa cara a facilitar la mejor accesibilidad de estos pacientes a sus tratamientos. “Creo que estos pacientes tienen que tener a su alcance todas las posibilidades donde poder acceder a su medicación”, ha expuesto González. Aunque el COFM se pondría a disposición de todo aquello necesario con la formación y acreditación de las farmacias participantes —según la elección del usuario—, González recuerda que el farmacéutico ya es el experto en el medicamento: “porque no se dispense actualmente un fármaco en las farmacias no significa que no se tenga conocimiento sobre él”, ha ejemplificado.

Por su parte, Luis Panadero, vicepresidente colegial, ha corroborado que para esta planteamiento “se ha seguido el exitoso modelo de Portugal”. Como así ha venido contando EG, el piloto portugués arrancó con 45 pacientes y, dado los positivos resultados, se ha ido ampliando en sucesivas fases. Ahora, la prueba abarca a 119 pacientes y el Ministerio de Salud ya ha confirmado su intención de incluir a 127 nuevos usuarios e incluso, extender la prueba a otras zonas del país.

En este sentido, ya se dieron a conocer unos primeros resultados preliminares —cuando el proyecto implicaba a 45 pacientes— que reflejaban que el 98 por ciento de pacientes (44) optó por las farmacias para retirar su medicación. Por el contrario, solo uno (2 por ciento) prefirió seguir yendo al hospital a por renovaciones de su tratamiento frente al VIH.

Cabe recordar que el propio ministro de Salud, Adalberto Campos, es un firme defensor de este proyecto e incluso ‘apadrinó’ la presentación oficial del mismo a finales de 2016. “Esta iniciativa piensa en el paciente; en ese paciente que puede pasar muchas horas sentado en el hospital para ser atendido, o en aquel que no puede faltar a su trabajo por riesgo de perder el empleo. Si un paciente portador del VIH, con total información, en consciencia y sin ningún tipo de coacción considera que adquirir su tratamiento en una farmacia le supone mayores facilidades, nuestra obligación es favorecer dicha opción”, dijo por entonces.

Respecto a la participación de las farmacias y otros agentes como la distribución, en el caso de Portugal, cuando el paciente informa de la farmacia en la que desea retirar su medicación antirretroviral, el establecimiento contacta con la distribución para recibir el fármaco, sin necesidad de mantenerlo permanentemente en su stock.