La Comunidad de Madrid sigue ultimando los detalles para que su red de farmacias comience a realizar de test de antígenos a la población, dentro de cribados públicos en zonas de alta incidencia de la COVID-19 —al ser este el único escenario que ‘permite’ el Ministerio de Sanidad—. Según informan a EG fuentes oficiales de la Consejería de Sanidad, la realización de test de antígenos en las farmacias se articulará a través de un “convenio de colaboración” entre la Administración y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid.

Este convenio se estaría terminando de redactar de cara a ser firmado “en próximos días”, prevén estas fuentes. Cabe recordar que, como informó EG, las intenciones pasan por poner en marcha la medida en este mismo mes de enero, coincidiendo con el previsible auge de casos positivos que tendrían como origen el periodo navideño.

A tenor de los indicadores actuales, una amplia mayoría de Zonas Básicas de Salud de la región, y en especial de la capital, tendrían la condición de zona de “alta incidencia” de COVID-19 que facultaría la realización de estas pruebas rápidas en aquellas farmacias que cumplan los requisitos y bajo citación previa de la Administración.

Mejor un convenio que otras vías

Así las cosas, la Administración madrileña se decanta por articular la medida a través de un convenio de colaboración con el COF regional —como ocurrió en una experiencia implantada por la Xunta en Orense—. La decisión de apostar por un convenio específico no es baladí. Además de simplificar los trámites, también ‘facilita’ su buen devenir desde el ‘minuto uno’.

Así lo explica a EG Mariano Avilés, presidente de la Asociación Española de Derecho Farmacéutico (Asedef): “Un convenio, además de ser más sencillo de redactar y tramitar que una disposición, acortando por ello tiempos y formas, también supone un acuerdo de facto desde el origen entre las partes; siempre es más pacífico que otras vías”. Por ello, este experto de muestra “a favor” de la opción tomada por la Administración madrileña.